Somos
flechas de nuestra España,
haz inmenso que forma legión.
Paso abrimos a la Falange,
somos de ella el corazón.
Reflejamos
radiante aurora,
cual sonoros clarines de amanecer.
Anunciamos a todo el mundo
nuestra ruta de gloria y fe.
Flecha
soy de mi Falange,
soy esperanza y soy amor.
Camino voy, cual querubín azul,
abriendo surco del nuevo sol.
Cada
flecha lleva una rosa,
que, prendida en el alma, ella está;
aunque niños, somos gigantes
de nuestra gesta imperial.
Adelante,
flechas valientes;
sacrificio es el lema de nuestro fin.
Los luceros por él seremos
y honraremos su puesto allí.
¡Por
el Imperio hacia Dios!