Falangista
                                    soy,
                                    falangista hasta morir o vencer,
                                    y por eso estoy
                                    al servicio de España con placer.
                                    Alistado voy en la juventud,
                                    paladín de nuestra fe.
                                    M¡ camisa azul,
                                    con el yugo y las flechas en haz,
                                    garantía son
                                    en la España inmortal que triunfar.
                                Cuando
                                    se enteró mi madre,
                                    de que yo era de las J.O.N.S.
                                    me dio un abrazo y me dijo:
                                    "Hijo mío de mi alma
                                    así te quería yo:
                                    falangista valeroso,
                                    y con ese patrimonio,
                                    la Justicia, el Pan, la Patria
                                    y la España Grande y Libre
                                    que soñaba JOSÉ ANTONIO".
                                Ahora
                                    estoy en las trincheras
                                    dando la cara a la muerte,
                                    si me muero, sólo siento,
                                    madrecita de mi alma,
                                    porque no volveré a verte.
                                    Pero se que si me matan,
                                    en la tierra en que yo muera,
                                    se alzar como una espiga,
                                    roja y negra,
                                    con la pólvora
                                    y la sangre, mi bandera.