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Publica la Asociación Cultural "Rastro de la Historia".

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El Rastro de la Historia. NÚMERO DOCE

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Bernardo, del cuerpo de Asalto

-Adaucto Pérez-

 

Habrá quien se extrañe de que una entrevista de este jaez se publique en Rastro de la Historia.

En un ambiente de partidismo maniqueísta, acaso alguno no entienda que nuestro Rastro de la Historia es precisamente la búsqueda de la Verdad, y esa pretensión es también la indagación de aquéllo que tuvieron por verdad de los hechos aquellos que fueron sus protagonistas.

Bernardo Torres pasa revista, en esta tercera entrega oral, a su puesto como miembro de la Guardia de Asalto republicana, a su participación en el conflicto civil y a su posterior rosario por las cárceles hasta conseguir una libertad vigilada. En el previo a la entrevista contó también cosas interesantes cómo, por ejemplo, la del prisionero de Porlier. Veía a un hombre apoyado en los muros del patio de la prisión, con la mirada fija en el suelo, solitario y recibiendo constantes insultos y desprecios de muchos de los presos allí acogidos. Aquel repudiado era ni más ni menos que Julián Besteiro, uno de los fanales intelectuales del socialismo español, al que le tocó en suerte firmar la rendición -otra postura era imposible- ante el general Franco.

Bernardo Torres con su marcada postura de izquierdas de la que jamás abdicó, no olvida los desmanes de tiempos de la República y frente a los investigadores de laboratorio, quien que vivió aquello en primera línea, encontraba el enfrentamiento civil como la desgraciada consecuencia inevitable que el odio iba gestando en el periodo republicano.

Su bonhomía le lleva a la más alta consideración hacia el Capitán General Muñoz Grandes (seguro que porque se lo merecía) y también al recuerdo escalofriante hacia el compañero que en capilla espera la muerte. Capaz de analizar perfectamente el fenómeno falangista: de "jabato" tilda a José Antonio, de agrupación minoritaria y confundida con los de Gil Robles a la primitiva Falange y de la invasión posterior de mesnadas que acompaña a todo grupo triunfador. Cantó el Cara al Sol "a fortiori" en los patios, en los comedores y en las galerías de las cárceles por las que deambuló

Estamos a 14 de Abril de 1988 y procedemos a entrevistar a Bernardo Torres Oliveros.

 

Bernardo, ¿qué recuerdas tú de esta fecha, el 14 de abril? 

Puedo recordarte cosas agradables, de momento mucha alegría, mucho entusiasmo por haber venido la República, más que por haber venido la República, por la tranquilidad con que se consiguió. Vi la alegría con que el pueblo recibía la República y francamente yo también me alegré, pasó algún tiempo, vi que había venido con una naturalidad enorme, no había habido revoluciones, no había habido sangre y esto es una de las cosas que a los hombres, no ya maduros pero por lo menos de veintitantos años, como yo tenía, pues nos alegró. Transcurrió el tiempo y yo pensé que esto iba a ser un albedrío, una alegría mal fundada porque observé que los hombres pedían cosas inverosímiles, creían que iban a vivir sin trabajar, empezaron, en la alegría de esos hombres, que a mi juicio creo que es por incultura, que parte de ellos tenían, a volcar tranvías, a quemar iglesias, a asaltar conventos, esto me disgustó mucho, francamente observé que la República no iba bien, transcurrió el tiempo y pasados los años y que esto no mejoraba, observé que los obreros pedían cosas, que a lo mejor tenían razón, habían estado oprimidos muchos años, con monarquía y con dictadura, pero no creo yo que fueran motivos ni para quemar conventos, ni para asaltar iglesias; yo creo que aquello fue una cosa que no tenía razón de ser, querían conseguir una cosa a la fuerza y esa yo vi que los años transcurrían, las huelgas aumentaban y esto no podía conducir más que a lo que condujo, a un desorden en las calles, a un desorden en los militares que no defendía las órdenes directas del gobierno. Entre todos estábamos soliviantados, la izquierda quería protestar, la derecha quería incordiar para que la izquierda protestara más y esto fue un conglomerado de ideas que llegó al final de lo que todos sabemos, el 18 de Julio.

¿Tú tenias ya una idea política antes del 18 de Julio? 

Pues no... ideas políticas consagradas no, tenía una idea, me parecía que había que ser un hombre de izquierdas. Sin señalarme en un juicio de comunismo o socialista, no no. Tenía una idea de... Además tengo una anécdota muy curiosa, mi abuelo, que fue maestro de escuelas, entonces "maestro de escuelas" y era muy republicano y otra de las cosas que decía detrás de la bandera donde estaban la bandera de España, tenía una bandera republicana, una cosa curiosa, lo sabían algunos allegados a el; y después vino otra anécdota de mi padre que decía "Hombre, yo quiero que mis hijos sean republicanos porque reyes no han de poder ser, a lo mejor pueden ser presidentes de la república", y estas anécdotas son curiosas y me hicieron ver que iba ser un hombre de izquierdas y, efectivamente, después el izquierdismo mío se agudizó más porque durante la guerra, mejor dicho en la posguerra, me trataron muy mal. Era un hombre yo que no quería lucha, que no fabricaba bombas, pero tampoco creo que merecía el trato que me dieron 

¿A qué te dedicabas, Bernardo, durante la República?

Durante la República, yo vine del ejército, de la mili a los 32 años, no encontré trabajo como casi, casi, pasa ahora. Me costo trabajo, valga la redundancia, encontrar trabajo y entonces opté por meterme guardia de Asalto, a cuya agrupación he pertenecido hasta que me echaron y tuve la suerte de ingresar con un enfado enorme de mi hermano, que me mandaron una citación para presentarme a exámenes y mi hermano, que era también de izquierdas, no quiso que entrara como guardia de Asalto. Entonces me citaron para acudir a examen y me rompió la citación. A mí me extraño mucho este procedimiento de que no me mandaron citación para examen, entonces fui a la DGS y entonces dije que si, que yo estaba citado para exámenes para tal día pero que al no recibir la citación podía acudir otros días. Acudí a examen. Me examinaron de los ejercicios pertinentes en aquella ocasión y aprobé; y desde entonces ingrese en el Cuerpo de Asalto, hice mi instrucción,, hice mi servicio hasta que vino la guerra.

Las personas de Asalto, la policía de Asalto, ¿Teníais mucho trabajo por aquella época?

Si, sí, teníamos mucho trabajo porque como he dicho había muchas huelgas, la República fue por una de las causas por las cuales se perdió. Yo siempre he dicho que la República la perdimos los republicanos. Hubo muchas huelgas, hubo peticiones caprichosas, me ratifico en esto de peticiones caprichosas, posiblemente no eran caprichosas, eran necesarias, el pueblo estaba muy necesitado, el pueblo no encontraba el trabajo que quería y cuando lo tenia pedía más ingresos porque no-tenia suficiente con lo que le daban y esto origino que hubo huelgas, que hubo movimientos; tuvimos que recurrir a muchas manifestaciones teniendo que utilizar nuestros procedimientos legales en aquella ocasión y aquello ya me disgustó mucho a mí aquello, tuve que intervenir varias veces.

He leído yo, por ahí, en algún sitio, que en determinadas quemas de iglesias la policía no intervino tal y como debiera haber actuado.

Ahí hay una discrepancia enorme entre izquierdas y derechas, se ha llegado a decir que las iglesias las quemaron las derechas; no soy quien para juzgar este hecho pero parece ser que había una decisión enorme, yo creo que...creo incapaz a un obrero, uno, dos tres, sí, pero muchos obreros los veo incapaces de quemar los conventos y las iglesias que quemaron, los considero incapaces, estaban muy hartos de política y estaban muy achuchados por parte de la derecha, pero yo pues ya te digo, pues no puedo opinar yo para que un hombre de mi categoría, de mi situación pueda decir que los culpables fueran las derechas o los culpables fueron las izquierdas, la verdad es que se quemaron conventos y le acusaron a la izquierda de que se quemaran los conventos.

Pero ¿ La policía, Bernardo...?

La policía sí intervino, claro que intervino, a nosotros nos tocó intervenir, nosotros tuvimos que ir al convento este de Alberto Aguilera, de los padres jesuitas, y tuvimos que intervenir nosotros allí se detuvo a gente que llevaba teas en la mano para echarlas dentro del convento; en fin, tuvimos que intervenir, hombre, en general no sé si se actuó bien o se actuó mal, pero la policía, parte de mi cuerpo, sí actuó.

Recuerdas, Bernardo, la filiación de esa gente, que detuvisteis con teas donde los jesuitas?

No, no, porque naturalmente, porque entonces se denominaban ugetistas o comunistas, en realidad se hacían detenciones y se pedía la filiación, pero no se pedía la filiación para mantenerlos allí, esto en Comisaría no nos lo daban a nosotros a conocer, pero no eran de derechas, los que nosotros deteníamos no eran de derechas; se llego a detener algunas veces a algún falangista, yo llegué a detener no, a cachear un falangista que llevaba en un "seiscientos"... en un coche, bueno entonces no sé si seria el seiscientos, un coche pequeño, yo llegué a cachear a dos muchachos que llevaban un coche y llevaban una especie de badajo de plata o metal o hierro, les hice un cacheo en compañía de otro compañero y no le dimos importancia, les preguntamos de donde venían y decían que venían de paseo y como no consideramos que oportuno llevarlos a la comisaría, no los llevamos a la comisaría, esto me tocó a mí. Y otra vez yendo por una de las calles de Madrid, empezamos, en estos mismos días de quema de conventos, a nosotros nos insultaban mucho, cuando íbamos en el coche, claro, cuando íbamos andando no, y nosotros teníamos unos coches con unas plataformas, que no sé si las has conocido tú, y en esos coches iban a veces plataformas descubiertas y en otras cubiertas. Pasamos nosotros, me parece que por la calle Carretas, sí pasamos nosotros por allí y oímos un compañero y yo, el otro de la izquierda, que nos llamaron "cabrones"; claro, esto a nosotros, ni a los guardias ni a nadie nos gusta, una frase de esta no nos gusta y menos a los españoles, hicimos un cacheo, encontré un carné de la UGT y lo dejamos también, pero eran cosas realmente sin importancia, en aquellos momentos no tuvimos necesidad de emplear procedimientos bruscos de armas, ni de fuego, ni de nada, en aquella ocasión nosotros actuamos de una forma débil porque tampoco ellos se oponían mucho, cuando veían una camioneta de guardias de Asalto echaban a correr, mucho más que ahora, sí, sí, sí.

 ¿Qué recuerdas Bernardo de la Falange de aquella época, de los falangistas en Madrid?

 Yo recuerdo muy poco, porque era muy poco conocida la Falange, en la época de la quema de conventos se hablaba de Falange pero yo tengo la idea de que era poco conocida, que eran pocos a mi juicio muy pocos, porque había un hombre que se llamaba José Antonio que era el que patrocinaba la Falange, tengo entendido que era muy jabato, a lo mejor la juventud le hacía ser así, pero no, parece ser que no había mucha preponderancia de falangistas en aquella época, a nosotros, sí, muchas veces. Yo creo que el falangismo entonces lo podríamos haber confundido con la obra de Gil Robles, con el partido de Gil Robles, se agruparon allí mucha gente de derechas pero además el falangismo, a mi juicio, había muy poca gente en la quema de conventos... en la época esta de la quema de conventos, después sí, después en la guerra ya empezaron a salir falangistas, sí.

Estamos hablando Bernardo del año 36, Bernardo ¿verdad? O sea, del triunfo del Frente Popular. En cuanto a la postura de la Iglesia ¿qué recuerdas? 

De la postura de la Iglesia, recuerdo, me da la impresión de que tiraba la piedra y escondía la mano. La Iglesia a mi juicio, la conozco un poco y ha sido muy cuca, ha procurado estar siempre al sol que más calienta, esta palabra castellana que tanto se lleva. En aquellos momentos se soliviantó mucho con la Republica pero no se le oía así como otros políticos intervenían tanto en cortes como en mítines, a la Iglesia no, no actuaba de una forma como para poder llegar a detenerla o poder procesarla, no, la Iglesia no actuaba a pesar de haberle llegado directamente porque quema de conventos sí hubo muchos, pero crímenes por este hecho no hubo, pocas muertes hubo en la quema de conventos, pocas, que yo recuerde creo que muy pocas y entonces la Iglesia se abstenía de actuar oficialmente; no, no, hubo hubo un personaje que le llamaban el cardenal Segura que ese sí que actuaba pero no, no parece que llevara muchas masas no, el cardenal Segura actuaba de forma muy enérgica pero no llevaba muchas masas.

¿Qué opinión os causó a vosotros el saber que a Calvo Sotelo lo había matado o asesinado gente de vuestro mismo cuerpo? 

Desagradable, francamente yo fui uno de los que pensé que a aquello no había derecho porque podían haberlo matado o no haberlo matado, tampoco hay por que matar a nadie, pero cuando esto sucedió y sucedió por motivos de un miembro del cuerpo de Asalto nos disgustamos mucho; claro que esto ya traía consigo una revancha porque a Calvo Sotelo lo mataron después de haber matado los falangistas al teniente Castillo. El teniente Castillo como ya habrás oído, se sabía era muy adicto al Cuerpo de Asalto y además creo que hasta era socialista, muy adicto a la República, mejor dicho. Claro el teniente Castillo ante esta actitud, los falangistas le cogieron tal pánico que lo mataron y claro esté, ya acarreaba unas consecuencias graves que eran venganza si quieres, pero nosotros estábamos muy quemados también por el hecho de que a un jefe nuestro, que nos llevaba por muy buen camino, nos lo quitaran de en medio, ahora que no considero que esto fue una venganza personal, no, venganza política sí, venganza política, pero en general no fue muy satisfactoria la muerte de Calvo Sotelo aunque tampoco lo fue, lo fue menos lo del teniente Castillo, el teniente Castillo era para nosotros un personaje que nos quería, no que nos mandaba, que nos quería.

Se dice Bernardo que el cuerpo de la policía de Asalto era muy republicano y más bien escorando hacia la izquierda, ¿se puede llegar a esa conclusión?

Si, sí, sí el Cuerpo de Asalto era un cuerpo formado por la República y no si sólo por ese hecho es suficiente para que se considere de izquierdas, pero eran hombres rudos, muchos del campo que venían a Madrid a resolver una vida y una papeleta que en el pueblo no tenían y la resolvían ingresando en el Cuerpo de Asalto, como a mí me pasó, yo no tenía medios de trabajo y tuve que ingresar en Asalto para seguir estudiando, para estudiar, para conseguir una cosa mejor, pero la tendencia del Cuerpo de Asalto y después lo ha demostrado en la guerra, era de un 80 o un 90 % de izquierdas, de extrema izquierda no, eran muchos republicanos y muchos socialistas, de extrema izquierda, comunistas, he conocido muy pocos yo. y de este tipo de izquierdismo ultraizquierdista que se llama ahora, tampoco, no. Era republicano el 80 o 90%. Lo demostró después en la guerra, en la guerra demostró el Cuerpo de Asalto que era lo que quería ser, un defensor de la República y así seguimos.

¿Cómo veíais vosotros a la figura del futuro capitán General Muñoz Grandes?

 Del jefe Muñoz Grandes tengo mucho y bueno que hablar de él, además tengo una anécdota muy curioso que además sabrás, el Coronel Muñoz Grandes resultó ser de mi pueblo, mejor dicho voy a rectificar, no es de mi pueblo, está casado. estaba casado con una chica de mi pueblo. El coronel Muñoz Grandes era un personaje muy simpático, muy demócrata y muy entusiasta de su mujer, porque dio la casualidad de que él, que era un personaje maduro, muy castigado por la guerra de África, creo que hasta cojeaba, y él tuvo la suerte de coger una chica de mi pueblo guapísima, bastante más joven que él, tuvieron un hijo (¿cuál es tu pueblo?), Ariza.

Agustín Muñoz Grandes, el muy querido jefe de los guardias de Asalto, con el uniforme del Cuerpo. Años después haría cabeza de la División Azul falangista, quienes también le rodearían de afecto y respeto

Tuvieron un hijo, y este hijo pues, cuando empezó la guerra tendría pocos meses o años muy pocos y entonces lo qué hicieron, detuvieron a la mujer y al hijo y el Coronel, Teniente coronel Muñoz Grandes, luego llegó a General, el teniente Coronel Muñoz Grandes se insulientó tanto con las fuerzas que habían detenido a su hijo, que varios miembros del Cuerpo de Asalto se ofrecieron para descubrir quien había sido el que le había detenido, descubrieron los mismos miembros de Asalto. Descubrieron quienes habían detenido a su mujer y a su hijo y los pusieron en libertad. Entonces Muñoz Grandes, despechado de lo que habían hecho con su familia, se marchó a la zona nacional, pero Muñoz Grandes, te voy a decir, que es un hombre que estropeamos nosotros, en este caso los de Asalto, porque atendía a todo el mundo, pero legalmente, porque mi anécdota con el es la siguiente. Yo como he dicho que era de mi pueblo, lo conocía y lo conocí en mi pueblo. Cuando me presente a Asalto llegue, fui, me presenté para que me apoyara en el ingreso. Le di mi nombre y mis señas para que me influyera para ingresar en el cuerpo, y en presencia mía dijo: “Mira, es lo que hago yo con las recomendaciones" y las rompió." Estas son las recomendaciones que yo admito, tú si quieres y vales, ingresaras en Asalto, ya me lo dirás después, cuando hayas ingresado o cuando no hayas ingresado". "El día que estés tú en Asalto Serra por justicia, no por recomendación mía". Era buenísimo, llegaba a los momentos en los que estábamos de instrucción, sacaba tabaco, cuando se le acaba su paquete, un cigarro para cada uno y cuando se le acaba su paquete: "¿quién tiene un paquete de tabaco?". Yo, mi Teniente coronel, era Teniente coronel. Le daba un paquete"‑ toma, 60 céntimos" ‑",no, no" . ‑" Coge eso, porque me lo has vendido para daros", y seguía dando tabaco a todos los que estábamos haciendo la instrucción. Era buenísima persona y después hay una cosa muy curiosa en la guerra, Muñoz Grandes, como he dicho se paso a los nacionales y tuvo el mando de unas fuerzas que no sé si serian la Legión, pero al acercarse ellos, los nacionales a Toledo, donde yo estaba, empezaron a cañonearnos, nosotros estábamos en el Hospital de Toledo, y Muñoz Grande, y llamaron al teléfono, yo cogí el teléfono y me dijo: "yo soy Muñoz Grandes, el General Muñoz Grandes", me dio un vuelco el corazón y me dije: "¿pero es posible?, yo le dije" mire usted mi general yo soy un guardia de Asalto, que he estado a sus ordenes". Se cortó la línea, esto es emocionante, esto es emocionante. Yo quería al General Muñoz Grandes, al Cuerpo no le hizo nada y después de todo tengo la impresión esa, de lo que era el General Muñoz Grandes porque perteneció a mi cuerpo, o yo al cuerpo de él. Pero es que después en la postguerra hemos visto cosas muy curiosas y muy demócratas de Muñoz Grandes. Hay un caso muy curioso que yo presencié en la iglesia, esta iglesia que hay abajo de la calle Toledo, San Francisco. Hubo un funeral por algún personaje político, y todo el mundo salía con sus coches oficiales, él salió con un oficial con un coche que llevaba particular, se metió en su coche particular y se largó, y creo que tuvo, de esto tengo referencias particulares, creo que tuvo la intención de quitar el economato militar, porque aquello arrastraba, según él, muchos gastos para el Ejercito. Ese era Muñoz Grandes. Muy honrado, muy digno. Yo, fue políticamente, militarmente, enemigo mío, pero yo lo quise mucho.

Guardias de Asalto hacen fuego en las calles de Barcelona.
Corre el tórrido verano de 1936.

Ya que has hablado de la guerra, Bernardo, pues vamos a tocar el tema. ¿Que recuerdas tú del 18 de Julio? 

Del 18 de Julio recuerdo cosas desagradables, hacia ya días que estábamos, nosotros los guardias de Asalto de Madrid acuartelados, se oía rumores de levantamiento militar, no permitían a grupos de tres o cuatro reunirse, salíamos alrededor del cuartel a cachear a la gente que nos parecía sospechosa y el día 18 de Julio, pues nos dijeron que se habían recluido en el cuartel de la Montaña unos militares. Salimos del cuartel todos los guardias de Asalto del tercer grupo, llegamos al cuartel de la Montaña, se le rodeo el cuartel, empezó el tiroteo por ambas partes y después de media hora de tiroteo sacaron del cuartel de la Montaña unas banderas blancas. La gente entusiasmada por aquel hecho de que ya se habían rendido sin mirar ni obedecer a nadie, porque allí no había mando que pudiera salvo los nuestros me refiero al trabajador. Al obrero, al que luchaba en contra de aquellos hombres que se habían recluido allí. Salieron como si no hubiera pasado nada, alegres y contentos de haber conseguido que se habían rendido ya; inmediatamente, cuando vieron que el público se arracimaba para llegar al cuartel empezaron con ametralladoras a tirarles al público, desastroso; hicieron una carnicería, una carnicería, nosotros con un mando, sabiendo lo que era el mando no hicimos esa barbaridad, nosotros nos sometimos al orden de los oficiales que nos mandaban, no hicimos eso, por lo tanto el público se enardeció, se enfureció y retrocedió de recoger los cadáveres y los heridos que había allí, que fueron muchos. Empezó de nuevo el tiroteo, vino una avión, tiro dos o tres bombas, allí al Cuartel de la Montaña y nuevamente sacaron varias camisas que debían de ser esas camisas de soldados blancas ofreciendo la rendición, esta vez ya no salió nadie, ni trabajadores, ni guardias ni nada, por lo tanto no pasó nada. Nosotros teníamos un tanque que era un tanto, me parece.. yo tengo una cicatriz, aquí en la nariz, por alcahuete, yo iba dentro del tanque y era mirando por una mirilla de 3 mm. o 4, lo que pasaba en el Cuartel porque yo iba derecho al Cuartel con el tanque, dio precisamente en la parte donde yo llevaba la nariz la bala, quiero decir con esto quiero decir con esto que era un tanque viejo que no atravesaban, además las balas no estaban en condiciones, en aquel tiempo de atravesar tanques, después sí que los atravesaban; pues llegamos al cuartel y los oficiales y los soldados que había allí, ya empezaron a salir, unos en manga de camisa, otros en guerrera, otros en calzoncillos para no demostrar que eran oficiales, empezó a detenerse, claro que la gente ya que vio que los guardias de Asalto ya habían entrado en el Cuartel y no había pasado nada, entraron ellos detrás de nosotros, sin respeto, sin orden a nada y empezaron a hacer lo que Dios quiso. Muertos por aquí, muertos por allá, allí empezaron a hacer una limpieza enorme, se quedó el Cuartel de la Montaña lleno de heridos y de muertos. En aquel día en el mismo tanque, yo ya dejé de ir en él, se detuvo al general Fanjul; lo que yo no he sabido nunca si el general Fanjul, lo llevamos nosotros a la Comisaría, eso sí, pero si el general Fanjul fue muerto en la revolución posterior o fue juzgado, yo no he sabido nunca lo que fue de él y he tenido ocasión de haberlo sabido pero era muy delicado también, he tenido alguna relación muy íntima con su hijo que fue Fiscal General del Estado, he tenido relaciones por medio de su escribiente, mecanógrafo que tenía relaciones conmigo, pero nunca supe tampoco que había sido de él si le habían fusilado o.. total que el Cuartel de la Montaña fue un desastre, de muertos por un lado y muertos por otro y eso pues claro, mereció de la gente ya cuando se rindió el Cuartel de la Montaña creíamos que ya se había acabado todo y desgraciadamente no fue así.

Los Guardias de Asalto cachean a los transeúntes

Y otra vez que las masas populares quedaron por encima de las fuerzas de Asalto fue en la Cárcel Modelo. ¿Te acuerdas tú, algo de eso?

No tengo idea, yo sé que soltaron a todos los comunes de esos que había en la cárcel modelo o que estaba ahí uno que fue Alcalde de Madrid, pero nunca he sabido lo que pasó en la Cárcel modelo porque fue el día en que se puso en libertad a todos los de la Cárcel modelo; ten en cuenta que los servicios que había que prestar en la capital de Madrid, yo no estaba en todos ni tenía referencia de muchos y uno de los que no tengo referencia es lo que pasó allí. Yo sé que soltaron todos los presos de la cárcel y al soltarlos mataron algunos. Hombre yo sé, el Alcalde, no recuerdo como se llamaba el Alcalde, qué más da, un Alcalde de Madrid, un Alcalde de Madrid, no recuerdo.

Ya en la guerra, Bernardo. ¿ En que campañas participaste?

Bueno, me ha tocado desgraciadamente en todas. El primer viaje que yo hice en la Guerra fue a Guadarrama. En Guadarrama, llegamos a Guadarrama, a la altura del Alto de los Leones, porque antes de llegar porque los nacionalistas estaban en el Alto de los Leones. Nosotros antes del Alto de los Leones, Teníamos unas posiciones allí y avanzamos muy pocos metros, muy pocos metros allí. En la Cerro no se podía avanzar nada y cada veinte o treinta metros y en una vaguada vimos que había un cañón abandonado, cogimos nosotros el cañón, bueno cogimos nosotros el cañón no, lo cogieron unos milicianos, vamos a llamarles milicianos, eran obreros, lo trajeron a Madrid con la presunción de que había sido cogido al enemigo, bueno, normal, no fue nada y en Guadarrama, establecimos unas posiciones allí, pues te voy a decir en el mes de Julio y Agosto ya, Julio y Agosto y allí nos acribillaron, allí nos mataron unos quince guardias de Asalto. Quisimos avanzar, porque fueron amigos míos, quisimos avanzar más y nos cogieron una emboscada de una vaguada, desde arriba nos acribillaron a balazos no podíamos retroceder, no pudimos retroceder, yo pude retroceder en compañía de otros pocos, pero los quince o veinte que se quedaron allí murieron por falta de asistencia, desangrándose, llenos de calor, en pleno sol en Guadarrama, no tenían agua, les tiramos cantimploras, la única solución que teníamos para aquello era tirarles cantimploras con cuerdas y recogerlas para volverlas a repetir. Allí cayeron quince, veinte guardias de Asalto de mi compañía y aquello fue, y aún se salvó uno, se salvó uno como me salvé yo, pero aquel herido, uno que pudimos contarle en el culo quince balazos, en el culo porque iba huyendo pero en dirección a la trinchera en la que estábamos nosotros y yo estaba allí, y lo hirieron quince veces en el culo. Después ya nos relevaron y ¿donde fuimos después? A Talavera, no a Guadalajara, después de Guadarrama fuimos a Guadalajara. Guadalajara la tomamos en el mes de ...fechas exactas no puedo darte, porque entramos en Guadalajara en el segundo frente y había sido tomada por parte del ejército nuestro y algunos guardias, nosotros ingresamos en Guadalajara y fuimos a Jadraque. LLegamos a Jadraque y nos dijeron que permaneciéramos allí, que estuviéramos allí unos quince o veinte días, nos relevaron y nos llevaron a Talavera de la Reina, después de un descanso de varios días en Madrid nos llevaron a Talavera de la Reina, En Talavera de la Reina nos dieron "p´al" pelo, llevamos todo el camino una, tres grupos de Asalto, echándonos pasquines los nacionales diciéndonos que en Talavera nos esperaba una Compañía, un batallón del ejército y que nos harían migas, que nos rindiéramos antes de llegar a Talavera.

Bombardeaban con pasquines.

No bombardeaban, bombardeaban con pasquines, nosotros leíamos los pasquines e íbamos, ¿qué quieres que te diga?, "acojonaos" si quieres, llegamos a Talavera y en Talavera ¡Madre mía! ¡Cómo nos pusieron las tres famosas pavas. Tres pavas que les llamaban pavas porque eran negras y rrrrrrrrrrrrr volando a cincuenta metros de altura. Nos pegaron un bombardeo en Talavera que nos deshicieron las casas, tuvimos que abandonar Talavera por narices, no había manera de aguantar y nos metimos a Talavera para retroceder y todos los coches que había en Talavera, en la plaza, ninguno de ellos tenía llave de contacto. De lo que deducíamos nosotros porque ya empezábamos a pensar como políticos, que aquello fuera una faena, una faena de los que estaban dentro. Quitaron las llaves de contacto para que los coches o camiones no pudiéramos emplearlos en la huida. Nosotros retrocedimos de Talavera hasta Maqueda, En Maqueda hicimos alto, nos volvimos a reagrupar allí, nos hicimos un poco fuerte, con el general Pozas, creo que era. Si era el General Pozas sí, diciéndonos que resistiéramos que venían los refuerzos de Madrid y al poco rato un nuevo ataque de los moros, en este caso moros, llegamos a Maqueda y por la margen del río nos vienen los moros pidiendo "la fusila", porque tengo entendido que en aquella época a ellos no les interesaba matar a los rojos, les interesaba matar, coger mas un fusil porque parece ser que según rumores en zona nacional, republicana, les daban algún dinero por los fusiles y a los moros les interesaba más que coger fusiles y estaban a cuarenta metros de nosotros de nosotros y nos decían "paisa entrega fusila, paisa entrega fusila". Claro estos tíos nos van a coger y nos metimos al río y cruzamos el río y el río atravesamos el río y fuimos a parar a Cebolla, descalzos, sin ropa, sin comida, unos treinta o cuarenta hombres de Asalto. Yo me acuerdo de un caso muy curioso de una mujer que nos vio y "¿que les pasa a Vds., si la guerra está lejos aún". “No, si están ahí". Yo llevaba una alpargata mía pero la otra no llevaba nada y creo que le di dos pesetas a una mujer y le dije: "deme una alpargata de esas, señora, porque ya lleva ampollas en el pie", "pero si no le va a servir", "Ya lo sé que no me va a servir pero por lo menos me evitará los primeros contactos" Le di dos pesetas y me dio una alpargata suya, me la puse y así llegamos hasta Cebolla, un pueblo de la provincia de Toledo que llegamos con más hambre que un maestro escuelas, sin enfadarse los maestros de escuelas. Desde ahí ya volvieron a relevarnos.

¿Funcionabais, Bernardo, como unidades autónomas, la Policía de Asalto, la Guardia de Asalto?

No, lo que había era un jefe militar que abarcaba un sector y en ese sector incluya unidades del Ejercito y unidades de Asalto. Unas estaban defendiendo un sector y otras otro, pero siempre a las órdenes de un jefe militar que coordinaba con el jefe nuestro de Asalto, que sería siempre un Comandante o un Teniente coronel, pero las órdenes del sector eran del jefe militar, siempre un jefe militar. En Talavera el coronel, el general Pozas, me parece que era. Bueno, pues después nos llevaron a descansar a Aranjuez, y en Aranjuez nos pegaron también tres o cuatro bombardeos muy bonitos, nos hicieron polvo y nos establecieron en la Cuesta de la Reina. En la Cuesta de la Reina estuvieron muy tranquilos, muy tranquilos estuvimos cerca de un mes. Cerca de un mes hasta que las fuerzas nacionales nos amenazaron por la llamada Casa de los Conejos y Seseña. El pueblo de Seseña era nuestro, de la República y en un ataque que nos hicieron los nacionales tuvimos que abandonarlo, tuvimos que contraatacar dos veces pero aquellas guerras que existían tan modernas, tan modernas en aquella época claro porque ahora hay una guerra y hasta que no se aniquila el enemigo no se acaba la guerra aquí, aquí terminamos por la tarde nuestros combates y nos veníamos a las trincheras, a Seseña. También nos pegaron buen palo allí, también, también nos pegaron en Seseña, buen palo y en Aranjuez, ya creo que me relevaron y nos trajeron a Guadalajara, otra vez, te estoy contando todo seguido y en Guadalajara nos llevaron a Jadraque, a la Toba, un pueblecito que hay en La Toba, donde pasamos un mes muy a gusto para estar en guerra. Yo ya mandaba entonces algo, ya era sargento y nos colocaron en la Toba y pasamos un mes de tranquilidad enorme, jugamos al fútbol lo martes, miércoles y jueves los miembros de la República y los jueves, viernes y sábados los nacionales, nos intercambiábamos tabaco por papel; yo mandé dos guardias una vez a que trajeran tabaco, papel y nosotros les llevábamos tabaco y yo fui otra vez y me insinuaron que me fuera con ellos porque los dije quien era, yo no repare, claro yo tengo confianza con vosotros ‑eran aragoneses, el aragonés parece que tenemos confianza con otro aragonés‑ yo le dije que tenía familia en Zaragoza y me insinuaron que fuera a Zaragoza, dicen "Vente a Zaragoza con nosotros y no vuelvas con los rojos". Yo nunca hice eso. Una de las cosas que yo admito en mi vida es no ser nunca traidor ni en una cosa ni en otra. Total que estuvimos charlando un rato con ellos y nos volvimos y en Jadraque ya oíamos cosas feas de las que iban a pasar, porque una vez nos dijeron los nacionales: "rojillos, ataros las alpargatas que vais andando hasta Madrid" desde Jadraque y efectivamente fuimos hasta Madrid andando, pero en este intervalo de tiempo que ellos atacaron a mí me nombraron ayudante del Estado Mayor en Miralrío del Coronel del ejército, un guardia de Asalto, ya sargento, ya ayudante del Estado mayor de Miralrío, del Teniente Coronel López, López Muñoz, López Gay y estuve allí en Miralrío, también quince o veinte días, buscando que nos dieran siempre el mismo carrillo y un día teníamos nosotros allí en la plaza un par de cañones que tiraba contra el enemigo y viene el Teniente de la artillería y me dice: "Sargento, no vas a poder tirar con estos cañones que se han estropeado" digo "pero, coño, si se han estropeado, ¿qué defensa tenemos entonces" dice "ninguna" y entonces yo pensé que esto era una añagaza del teniente que no quería tirar a los nacionales, me dio sus gemelos y me dijo: "Además, mire Vd. donde están," me dio sus prismáticos y además yo veía con "esos" aquí, en la garganta que estaban a kilómetro y medio con sus estandartes y sus banderas avanzando con tanta tranquilidad, nos hicieron un desastre enorme, tomaron Jadraque, tomaron Miralrío, llegaron a Brihuega, en Brihuega ya pararon, claro que Brihuega está por distintos sitios, te estoy hablando porque esto fue al mismo tiempo, Brihuega llegaron los italianos, porque yo desde Miralrío veía la carretera de Brihuega, la carretera general que daba a Brihuega y por ahí veía por la noches con toda la lucidez, y válgase la palabra, lucidez porque venían los camiones con todas las luces encendidas en plena noche, con todo... avanzando por toda la carretera y un Miralrío, y a la mañana siguiente a los nacionales, o a los italianos, mejor dicho los pararon en Brihuega y a nosotros nos echaron de Miralrío y fuimos a parar a un pueblo de Guadalajara donde nos hicimos un poco de no de valiente, de repuesto y desde ahí ya nos relevaron. Yo no volví más a Brihuega, en Brihuega fuimos los guardias de Asalto a pedirle, antes del pueblo de Brihuega (no sé como se llamaba este pueblo) a pedirle relevo al General Miaja porque nos habíamos quedado en la retaguardia de ellos de Miralrío y salimos por casualidad por uno que había allí de Miralrío."No os preocupéis que yo sé este camino que soy de Miralrío, yo sé otros caminos por donde podemos salir y habían tomado ellos Miralrío y nosotros habíamos quedado en la parte derecha de Miralrío, completamente aislados y este muchacho dijo "No os preocupéis que yo conozco Miralrío y vamos a salir" Íbamos treinta y tantos o cuarenta, y con esta forma de actuar, pues llegamos al pueblo este donde Miaja se reunió con sus oficiales, y nosotros con todas nuestras narices sin saber qué era la cosa militar, no sabíamos si éramos militares ni habíamos tomado parte en ninguna guerra, le pedimos relevo que veníamos desde Jadraque, le pedimos relevo, las frases que nos contestó: para usted y para todos los que me lo dicen, el primero que pida un relevo lo fusilo". Agachamos las orejas, continuamos en el pueblo de Guadalajara, nos relevaron de Guadalajara y entonces nos trajeron a Madrid. Cuando ya se calmó todo, porque ya los del ejer…, los de la división, no sé quien fue, ¿cómo se llamaba este? ¿Campesino?, me parece que fue El Campesino el que contraatacó en Brihuega y entonces hizo polvo a los italianos, los cogió en calzoncillos, los detuvo y mandó, se detuvieron allí 500 o 600 italianos prisioneros, sí; y ahí pues volvimos otra vez a Madrid, a descansar, pero no sé si esto te...me parece que me he saltado lo de, debía contarte todos los frentes, porque primeramente estuvimos en... lo de Muñoz Grandes te lo he contado como anécdota al hablar de Muñoz Grandes, pero no te he contado la fase del Alcázar de Toledo. La fase aquella fue importantísima los.... fue después, nos llevaron a Toledo y en Toledo nosotros estuvimos allí subiendo y bajando, cosas muy curiosas, subíamos al Alcázar, bajábamos del Alcázar, teníamos un tanque parecido a aquel que habíamos empleado en el Cuartel de la Montaña, un cascajo de tanque, subimos al Alcázar, les tirábamos tiros desde arriba, no los veíamos claro, tirábamos morterazos, aquello era todo escombro y ellos salían del Alcázar porque los teníamos tan dominados para hacer bajas no para rendirse que el Alcázar estaba ahí y abajo hay un hospital que le llaman hospital de sangre, el hospital de la Sangre, un museo, un caserón de Toledo, se bajaron allí y ¿tu sabes las bajas que nos hacían asomándose por la mirilla que no les podíamos localizar, que no pasaban más que por..pam, un herido o un muerto y entonces se intentó el ataque ya definitivo, se atacó con bombas, se atacó con morteros, se atacó con aviación y cuando ya todo el ejército que podía agrupar en las fuerzas de aquel sector para El Alcázar, estábamos arriba, se dio orden de la aviación en la artillería que nos retiráramos que iban a bombardear, nos retiramos, bombardearon, que no podían atacar más porque entonces se presentaron por Algar, creo, sí Algar de Toledo, se presentaron las fuerzas nacionalistas atacándonos Toledo con cañones de alto calibre, tirándonos cada cañonazo de miedo y tuvimos que abandonar Toledo por la parte de atrás a ¿adónde vinimos a parar? en fin... entonces al pueblo este de Aranjuez.

Se dice, Bernardo que, desde Madrid, se organizaban expediciones los fines de semana o domingos para ir a tirar al Alcázar, ¿Tú has oído algo de eso?

No, eso es mentira eso es.. allí la gente no entraba, si Toledo estaba tomado totalmente, eso es un bulo absurdo, además no sé que consecuencias puede tener eso, que gentes de Madrid, vinieran como expediciones a tirar al Alcázar, al Alcázar había que subir, para tirar al Alcázar había que subir una montaña, porque el que conociera el Alcázar antes de la guerra y lo conociera después como lo he conocido yo, el Alcázar estaba ahí arriba y nosotros estábamos aquí abajo y el Alcázar en plan tranquilo, esto era un paseo, aquello era el Alcázar, había que subir con coche al Alcázar, era una situación, después de haberse destruido el Alcázar era una montaña con pedruscos por todas partes ¿quien iba a tener el capricho ese?

Ya en Madrid, Bernardo, tú conociste algo de la represión contra los elementos de derecha, las sacas... 

Sí, sí, había represión y muy criminal, yo cuando empezó la guerra, una madrugada iba a tomar el servicio al cuartel de López de Hoyos y unos compañeros. Iríamos cinco o seis a tomar el servicio y encontramos un cadáver con un letrero que decía "muerto por cavernícola". Yo dije: "mal empezamos", veíamos las cosas venir, dije mal empezamos, de esto había mucho en Madrid. Después en Guadalajara, yo intervine en un asunto que dicen de haber pedido avales, a mí no me han hecho falta avales para mi dignidad y mi honradez política y militar. Yo iba con… como te digo ya teníamos categoría casi de oficiales, yo iba con un coche de Asalto a Guadalajara y me encontré en el camino, en la carretera, unos milicianos y un señor que pedía auxilio, pues yo sé si eran los milicianos los que pedían auxilio o era el señor, total que paramos el coche, yo tenía enlace ya, y le dije a mi enlace: "párate y estate al tanto" por si pasaba algo. Llegué y encontré a unos milicianos armados y a un señor que se puso de rodillas ante mí que lo iban a matar y entonces y entonces a los milicianos les dije: "¿que vais a hacer con este señor?," "matarlo porque es un fascista" "y vosotros que consecuencias tenéis para decir que es un fascista, que sabéis vosotros de este señor y además hay un juez que lo tiene que juzgar y a este señor no le habéis tomado declaración" "no, no, que es fascista y no metas en nada compañero porque no..." "que vais contra mí"; digo "mira, no he tocado la pistola todavía y tú ya tienes el fusil en la mano, el ordenanza estaba en el coche, el enlace, se llamaba enlace. Digo "no he tocado mi pistola todavía y tu tienes ya el fusil en la mano, este señor sea fascista o no sea fascista, me lo voy a llevar yo y va a ser ahora mismo, pase vd." "¡ay, señor!, lo que se lo agradeceré toda la vid..." "no me llore y métase vd en el coche mío". Me meto en el coche y yo de espaldas, claro, digo "no intentéis tirar un tiro y hago mal en no llevaros a vosotros también porque esto no se puede hacer, pero en fin voy a dejaros en paz pero a este señor lo voy a salvar", me lo llevé a Guadalajara, lo entregué en una comisaría y allí se quedó, pero de estos casos ha habido muchos en España, en Madrid, en Madrid. En Madrid, muchos casos.

Esos milicianos a los que acabas de referirte eran de la CNT, comunistas...

No sé no sé, la CNT y la FAI llevaban mucha fama de estos paseos, la CNT y la FAI más que nada, más que los comunistas, de los comunistas también tengo algunos casitos que... más vale no mencionarlos, comunistas tengo un caso de la Cuesta de la Reina, ya te digo, era oficial ya, me pidieron el nombre de un individuo, vino un enlace del Partido Comunista y me pidió el nombre de un individuo y se lo di, subió, bueno el nombre no, dónde estaba, y vio que estaba arriba en las cocinas de las trincheras de la cuesta de la Reina, lo cogieron , lo bajaron y al poco rato viene un guardia diciendo: "Se han llevado a fulano de tal y lo han dejado muerto ahí", tenía un tiro en la nuca, éstos me dijeron que eran del Partido comunista, pero yo no sabia para qué era. Me dijeron que iban a tomar declaraciones, estas cosas que pasaban que muchas veces por ignorancia, otras veces por miedo no completabas la acción, porque yo debí en aquel momento haberme reunido con ellos, así no se hacen las cosas y después se sienten, cuando no se hacen como es debido se sienten. Yo creo que en la parte de Guadalajara actué bien y en la parte de esta no, no, mataron al guardia de un tiro en la nuca y allí se pasé y ellos se fueron y no supe ya jamás nada de nada.

¿De qué fecha me estas hablando ahora, Bernardo? 

Te estoy hablando, la fecha de Guadalajara, espérate, Septiembre del 37 o no sé, eso de la Cuesta de la Reina, de Guadalajara el 36, reciente, lo de Guadalajara fue reciente, después de la guerra, después del 36. En Guadalajara sucedió casi todo en el 36 , después ya en los demás frentes 37 y 38, el 39 ya nada, ya sabes que se acabó.

¿Tú notaste que los comunistas iban teniendo cada vez más peso en la guerra?

Notaban que imponían, que imponían el terror, eso es lo que notaba, imponían el terror, eran hombres decididos, vengativos. Sí, yo no puedo hablar muy bien de ellos, las pocas cosas que sé no quiero hablar mira, eso no quiero meneallo.

No tienes algún otro recuerdo de la represión que se hizo aquí en Madrid, por comunistas.

No, no tampoco pueden tenerse datos concretos. Habría muchos casos, muchos paseos sí que hubo, yo lo recriminaba, pero no puedo sacar en concreto cosa para poder decir una denuncia, no, no, porque además las cosas que no se hicieron en aquel momento mal se pueden hacer ahora ya, pero si hubo, si, hubo represión, lo mismo que en Pamplona y lo mismo que en todas partes, porque yo conocí un medico con el que trabajé durante la postguerra que tenía su mujer en Pamplona y después de haber pasado la guerra, ella en Pamplona y el aquí, el fue jefe militar nuestro, el medico nos contaba cosas curiosísimas de Pamplona. Las señoritas de Pamplona que iban a confesarse por la mañana, luego se iban a fusilar a los rojos y por la tarde comentaban lo que pasaba por las mañanas, así que las cosas estas de la guerra civil, tú ya sabes, no lo sabes afortunadamente, pero traen como consecuencia esto, guerras por un lado y guerras por otro y venganzas por un lado y venganzas por otro, lo mismo aquí que allí se ha matado gente por venganzas tontas, por venganzas tontas se ha matado porque no quiero que me pidas lo que te debo, porque tú no me colocaste, porque tú no me diste lo que te pedí, aquí y allí, porque no son muchos mejores las derechas que las izquierdas, para mi juicio son iguales en guerras civiles y esa conclusión la he sacado yo. Para mí los nacionales han sido tan criminales en la cosa esta de revancha como hubieran sido los de izquierdas, porque no nos olvidemos que de haber ganado la guerra los republicanos se hubiera visto muy negro la República para quitar muchos fusiles a muchos que los habían tenido.

¿A que graduación llegaste, tú, Bernardo al final de la Guerra?

A teniente, a teniente.  

Acaba la guerra y ¿que ocurre contigo?

Acaba la guerra, me detienen en Cuartel, me juzgan, en el Cuartel de López de Hoyos no existía, me detienen en el cuartel de Príncipe de Vergara, un cuartel que teníamos nosotros en la calle de Príncipe de Vergara, me llevan los mismos compañeros, de los cuales yo había confiado, un escribiente que yo tenía en la Compañía. Me detienen allí, me llevan a la Comisaría, me dicen que no va a pasar más que unas declaraciones, me tienen allí desde la comisaría que estaba en la calle de Velázquez nos llevan a Porlier, abril del 39, me llevaron a la comisaría, de la comisaría a Porlier, empezaron a preguntarnos cosas, nos subieron a la galería cuarta, allí estuvimos desde el 39, ...29, 30, 29 de Abril hasta el 7 de Noviembre, que me juzgaron, en la cárcel estaba allí, como esta uno en la cárcel, pensando psss, mal mal rancho, mala comida, nos trataban, nos pegaban, no, no en la cárcel no nos pegaban, a mi me pegaron dos veces únicamente porque salía con unas diligencias de una cosa fatal. Me sacaron unas diligencias en el mes de septiembre, allí el ir a diligencias es esperar que te peguen una paliza o dos, me sacaron a diligencias y me llevaron a una comisaría que esta en la calle La Bola, aún está y cosa curiosa, eso sí tiene curiosidad, me pregunta uno "¿De donde es?"; "De Alhama de Aragón"; "Hombre, de Alhama de Aragón" dice, "mucho rojo ha salido por allí" (En Alhama de Aragón han sido criminales los nacionales, han sido criminales, han hecho barbaridades y los rojos no hicieron nada, eso es el mérito, no han hecho nada, mataron a señores, a señores mataron) "Hombre, de Alhama de Aragón, mucho rojo ha salido, tú serás uno de los cabrones..." Me cago en... ah aparte de esto yo iba herido, porque en el Clínico, no he contado, también estuve en el Clínico, estuve una temporada ahí y tuvimos dos o tres ataques, me hirieron en la pierna, yo iba herido de una pierna en la comisaría donde me llevaron a diligencias, le amenacé con un bastón que yo llevaba, no veas como se echaron encima de mí, me pegaron lo que quisieron y me metieron en un apartamento que había allí, yo creo que era la carbonera.

Estas gentes ¿eran civiles o eran militares? 

Estos que me pegaban eran, presumían de falangistas, presumían de falangistas, decían que era de Falange ¿Por qué dices que presumían de falangistas, Bernardo? Porque decían que tenían allí el reparto y decían "esto para la bandera tal y esto para la bandera cual " y la bandera en aquella época no era más que de Falange. Esto es lo que saco la conclusión de que eran falangistas, uno de ellos llevaba camisa azul con las flechas y el correaje. Me meten en una carbonera allí y viene un individuo, le traen un puchero de judías y dice ¿quieres comer camarada? me dice a mí el preso amigo (Yo he tenido siempre un defecto bueno o malo, en los disgustos se me han ido siempre las ganas de comer y en cambio de dormir no y me dormía) total, vamos a continuar, me sacaron por segunda vez al día siguiente. "Así que ¿no nos dices nada del teniente que tú denunciaste? el teniente que le han matado". "Yo no he denunciado a ningún teniente". ¿Tú, no conocías al Teniente De Diego?". Digo "Sí, era el Teniente ayudante de mi compañía, del batallón, de cuando estuve en África, de soldado, sí lo conocía". "¿Y tú no te lo encontraste una vez en Madrid y le prometiste documentación?"."Sí, yo me lo encontré en Madrid, pero yo no le prometí nada, yo me lo encontré porque vivía en casa de mi hermano, en Magallanes 20, a mí ese señor ni me pidió documentación, ni me pidió nada". "¿Y tu no prometiste que le darías documentación?". Digo "Yo, nada". "Pues a ese teniente lo han matado por ti". "Por mí, no". Estaban las puertas abiertas, pasan por esto dos moros y dicen "a estos se lo vas a decir ¿dónde está el Teniente que mataron por ti o qué hiciste para que lo mataran? Pasan dos moros, "¿Tu quieres pegar paisano, tu quieres pegar paisa?". "Ah, sí, sí, rojo, sí". Me pegaron cuatro vergajazos, bua, que aun me duelen y en este momento, fíjate, te cuento esto del rancho porque, fíjate, es muy significativo, estando yo en el sitio de la cocina aislado, yo oía que se repartían la comida los falangistas o los policías o los que fueran y decían:"Toma, esto para ti; esto para tal y esto, esto para el Teniente De Diego". Y esto se me clavó a mí, para el Teniente de Diego. Digo "entonces ¿el Teniente De Diego no está muerto?, al que dicen que yo he matado". Me quedé con esto y la segunda vez que me pegaron digo:"Yo quiero que me digan Vds. que ha sido del Teniente de Diego? porque no lo he matado ni creo que lo matado nadie". "Tú, lo has matado y tienes que pagar por él". Y en ese momento, yo estaba ahí al lado de una puerta que daba a un despacho, y en ese momento tuve tal coraje que abrí la puerta y me encontré al Teniente De Diego. Aquello fue criminal, entonces el Teniente De Diego tuvo un poco de dignidad y se echó a llorar: "Dejarlo, dejarlo". Así en este plan, el Teniente De Diego, eso es una anécdota curiosísima. Bueno me llevaron ya, me sacaron de la cocina, estaba incomunicado y sin luz. Dicen: "Bueno, ¿donde quieres ir?" Y fíjate tú, ¡qué imbécil y qué ignorante y qué miedo!. ¿Dónde quieres ir? me preguntaron, "Pues a la cárcel, a Porlier" y me llevaron a Porlier y allí me dejaron hasta el día 7 de Noviembre que me llevaron a las Salesas, me juzgaron.

¿Muy cargada estaba la cárcel de Porlier, Bernardo?

Buff, je je je, cargado de todo, cargada de presos, cargada de piojos, cargada de mierda, cargada de todo estaba cargada…, era imposible andar por ahí ya, Dormíamos por el Centro de un colegio grandísimo y hermoso, dormíamos en los laterales y en el Centro, para hacer tus necesidades tenías que guardar cola y el día que podías cagar, hablando mal y pronto, en el retrete para ti era feliz porque tenias que cagar antes de llegar al retrete de cómo estaba aquello. Hay unas curiosidades muy dignas de mención, pero muy alegres porque nos divertíamos; yo le mande a mi mujer un traje, un "príncipe de Gales" que le dije: "hiérvelo antes de tocarlo”.

Pues en Porlier estuvimos cansados de estar ahí solos, aislados, no teníamos prensa, no podíamos hablar de nada, más que de las cosas políticas y siempre teniendo la preocupación de que hubiera, eso es lo peligroso de las cárceles, porque con tanta gente te encontrabas lo que hemos llamado nosotros "chivatos", tenias que tener mucho cuidado porque encontrabas a lo mejor a un individuo que estaba preso por rojo y estabas hablando de una conversación en contra de Franco, en contra de los oficiales de la prisión, te iban enseguida y se lo contaban a él y esto acarreaba unas consecuencias fatales porque te llamaban y te cascaban una paliza por menos de nada, bueno, pues pasando esta temporada hasta el 7 de Junio, digo de Junio, perdón de Noviembre que me llevaron a las Salesas a juzgarme, me pidieron 20, 12 años de condenas y yo pues venia contento, 12 años de condena, soy joven, los pasaré, salgo de aquí a los treinta y tantos años.

¿Quién te juzgó, Bernardo, un tribunal militar?

Si me juzgó un tribunal militar y si hiciera falta te podría decir los nombres de los que me juzgaron porque la sentencia de…, tengo copia de la sentencia, me juzgó un Teniente Coronel. Jefe de la Mesa, militares, un Tribunal militar a todos y para postre me tocó de fiscal a un Alférez que habían matado a su padre los rojos, y yo tuve la suerte, según unos compañeros:"Tú has tenido suerte, te acusaban de la muerte de un Teniente, no ha habido tal muerte, has tenido suerte"; así que doce años y estaba de enhorabuena y a los cuatro días, a los cuatro o cinco días me traen la firma de la sentencia para que firme...

¿Qué cargos tenías tú, Bernardo?¿De que te acusaban a ti? 

A mí me acusaban de haber acudido al Cuartel de la Montaña, de haber resultado herido en el Cuartel de la Montaña, de herido en el Cuartel de la Montaña, de pertenecer al partido Comunista, nada se confundieron los que tomaron declaración y era Partido socialista porque yo pertenecía al Partido Socialista ya, entonces ya pertenecía al Partido Socialista.

¿Cuando te afiliaste, Bernardo? 

En el año 33 yo me hice simpatizante del Partido Socialista, yo iba a las reuniones y atendía a las… a las cosas que había que ir, en los comités y en los sitios esos, intervenciones políticas ninguna, después me han obligado, no he sido político a pensar políticamente, me confundieron, me acusaron de ser del Partido Comunista, me acusaron de haber dado palabra a un teniente llamado Eduardo de Diego, de haberle dado una documentación y después no haberle dado la documentación a causa de la cual lo mataron, después el Tribunal desdicen esto, causa que se desdice porque se confirmo que el teniente no falleció, no dice más que eso y nada más, nada más no me acusan de mas.

Defensa. ¿Quien te defendió, Bernardo?

Juu, ja, en aquella época no había abogados defensores, Paco, en aquella época no había abogados defensores, si había uno, abogados de juicio, es un sueño pensar que en los juicios de Franco hubiera alguien que te pudiera defender como abogado, no, no te lo creas nunca, te lo dice un amigo, sin ningún interés ya, un amigo que no tiene más interés que vivir unos años más, pero que está acabado, políticamente porque no me meto en nada. La verdad porque veo que todos son iguales, pero no te creas nunca, yo no hago propaganda, no te creas nunca que en los juicios que Franco celebró hubo defensores, lo único que tiene bueno Franco es que ha hecho una cosa muy bien hecha, que así como Pinochet y el jefe argentino, el que han tirado de la Junta, fusiló a la gente y los mataba y los encerraba en celdas y no salían más, este no, este los encerraba en las cárceles, los juzgaba y hay expedientes de que juzgaba a los que el mató, Franco, los ha juzgado y los ha matado, pero juzgándolos, esa es la defensa que hay contra él, no pueden decir "eliminados por desaparecidos", no, no, no, no, no, no, los ha eliminado porque eran criminales, pero además hay una cosa muy curiosa que es lo que hemos hablado antes, Franco nos juzgó a todos los rojos por auxilio a la rebelión, en este caso en vez de haberme puesto a mis doce años y firmado treinta, como firmé, tenía que haberme dado una medalla, que yo auxilié a la rebelión que el sublevó, el se sublevó contra la República, luego el sublevado era él y no yo y me dice:"auxilio a la rebelión". Así que tiene una ventaja Franco sobre esos dictadores que hay ahora en Chile y en ... hubo en Argentina. Franco puede decir,"no, no, no, no, yo a Fulano no le mate, lo mató la justicia porque está juzgado, una cosa muy bien hecha, era muy ladino, como buen gallego.

Y estábamos en la sentencia que la recibes y...

La recibo a los cuatro años la cumplimentación de la sentencia y la cumplimenta con treinta años de condena.

A que se debió el...

 Ah, eso los jueces, verían alguna cosa que les parecía poco, no se. 

Pero..¿no has tenido, tú acceso a ...

No, no, después de haberme juzgado y además te hacen declaraciones ni de esto, ni por lo otro, ni por, es que yo lamento que la juventud no sepa más cosas, porque tú con esta pregunta me das la impresión que ignoras por completo lo que pasaba. Cuando un elemento como yo, soy juzgado en las Salesas y no me pregunta el abogado que es lo que tengo que hacer, ni me dice lo que tengo que hacer, ni las declaraciones que tengo que hacer, eso es ahora absurdo, va un abogado, va un delincuente y le dice lo que tiene que hacer, allí nada, los abogados a nosotros no nos decían nada, porque no existían. Vosotros, la juventud de ahora creéis que Franco juzgaba a las personas y que tenia abogados defensores, no señor, Franco no tuvo ningún juicio de los rojos, ningún defensor para los rojos que él llamaba, nunca tuvo un defensor y esto es lo que quisiera que vierais vosotros, un juicio completamente anormal, te leían la sentencia, te condenaban y así como quien hace pucheros, venga, otro, otro, otro, nos juzgaban de quince en quince o de veinte en veinte había, todos los días estaban Las Salesas llenas de rojos para juzgarlos. ¿Tú crees que se puede llevar con exactitud una cosa así, no hacían más que eso, a este le condeno a veinte años y a este a treinta, defensas nada? Es un sueño.

¿En que cárceles estuviste?

Estuve en Porlier, de Madrid, de Porlier pasé a Ocaña, de Ocaña pasé a Valencia, a la provincial, de la provincial de Valencia pasa a San Miguel de los Reyes, a Curvados, aislado completamente de los demás presos porque nos consideraban peligrosos; desde allí tenía yo el traslado para un pueblo que había una cárcel, pero no se pudo conseguir el traslado, me querían trasladar ellos porque ya vino la libertad condicional, libertad condicional que fue motivada por haberme rebajado la condena de 30 años a 20 y a todos los que teniamos 20 años nos concedían libertad condicional, provisional, perdón, libertad provisional, me pusieron en libertad, me quede en Valencia, no podía venir a Madrid, tenía que permanecer en un destierro de más de mil...de unos cuantos cientos de kilómetros fuera de Madrid y en Valencia estuve desterrado con un hermano mío allí, me tuve que seguir allí el destierro y no pude venir a Madrid

 ¿A que se debieron, Bernardo, tanto cambio de cárceles: que te trasladaran de una a otra?

 No sé, no lo sé, estas cosas estos como estaban siempre meneando a los presos para que hubiera más en unas y menos en otras; no sé. Nunca solicité el cambio , porque como vas a solicitar tú el cambio de una cárcel, en aquella época, no podía decir que me trasladen aquí porque me conviene, me trasladaban a donde querían y tenias que callarte.

 ¿De cual de ellas guardas peor recuerdo?

 El peor recuerdo, mal recuerdo no, estás en la cárcel tienes compañeros buenos, en Porlier no lo pase mal, había gentes buenas, buenos amigos, En Ocaña tampoco, estábamos muy divertidos, teníamos campos de fútbol y todo, teníamos un personal muy sano y en Valencia tampoco, me fui a la Provincial, estuve allí unos meses y después por considerarnos que sé yo, peligrosos, nos mandaron a San Miguel de los Reyes, pero los recuerdos peores, los he pasado peores en Porlier, porque en Porlier es cuando me trasladaron, me sacaron de diligencias y aquello es malo, pero no, en las cárceles lo que puede hacer una persona en una cárcel, aislada de todo el mundo, tienes amigos, hablas, te ríes, pasas malos ratos, pero en fin, no, no, no tengo malos recuerdos, de las cárceles el recuerdo que se puede tener de una persona que no goza de libertad.

 ¿Tu recuerdas Bernardo, de aquella época mucha gente que le condenaran a muerte, compañeros tuyos de la prisión?

 A muchos, podía enseñarte una cosa muy curiosa y voy a enseñártela, la tengo aquí, la tengo aquí porque es muy curioso. Este lápiz es de un teniente del Cuerpo de Asalto, dicen que Dios es bueno, pues este muchacho era mejor que Dios, Teniente de Asalto, le acusaban porque había sido Teniente de la policía urbana de Madrid, porque había sido Presidente del Comité, entonces por eso lo acusaron y lo fusilaron. Cuando le fueron a fusilar, yo lo sabía y pedí permiso al oficial de la galería para ver si podía bajar a despedirme de él y el me dijo: "si él no pide que baje vd., vd. no puede bajar" Me metí otra vez en la galeria y esperé porque casi sabía seguro que me llamaba y efectivamente, al cuarto de hora, dieron mi nombre por el micro y dijeron "baje vd." y entonces me llamó este muchacho y me despedí de él con cuarenta y pico de condenados a muerte que había en la galería de condenados a muerte y estuve con el cerca de una hora y en esa hora, estaba más valiente que yo, me dio este bolígrafo que guardo como tú puedes ver (Ya has abierto el bolígrafo y ya dentro del bolígrafo) dentro del bolígrafo encuentras una punta de un sobre, que no había otro papel entonces en la galería de condenados a muerte para y decía así:"A mi buen amigo Torres en capilla a 19 del 39, H. Sánchez". Esto es impresionante. Ahí lo tienes. Este es el recuerdo que guardo yo de Porlier, se lo he enseñado a muy poca gente, esto tiene un mérito enorme, me lo dio, me lo metió aquí porque claro, es que cuando tu ibas a un sitio de estos tan extraordinario, te cacheaban de arriba a abajo por si llevabas una pistola para dárselas a ellos, por si llevabas un cuchillo te cacheaban de arriba a abajo y a mi me cachearon claro al salir y no me encontraron esto, me encontraron el bolígrafo, pero el bolígrafo según ellos no tenía importancia, para mí mucha, comprendes, esto es lo que saqué de la prisión de Porlier. Eso es impresionante. Todo eso.

 Alimentación, comida, higiene y todo eso, nada ¿no?

 Bahhhh, una alimentación malísima, higiene pésima, higiene no me hagas recordar los retretes de Porlier, no me hagas recordar los retretes de la Prisión provincial de Valencia en que había un mural puesto, un mural de piedra, un muro mejor dicho, digo mural, un muro de piedra, por encima tenías que ponerte para cagar y entrara la mierda dentro en un rincón; las duchas, teníamos que emplear un cubo para echarnos el agua, un dia me cayó un cubo encima de la cabeza, no sé yo como no me mate aquel día, de duchas, de limpieza nada, nada, nada,nada, nada, no hubo más miseria porque no quiso Dios que hubiera enfermedades. De comida, una comida desastrosa.

 ¿Teniais comida de fuera?

 Sí, el que tenía dinero la familia sí, el que tenía en la familia con dinero, sí, y la que no tenía dinero ... A mí, Conchita me mandaba dos pesetas, una cajita de queso que se lo quitaban ellas y su padre, pues igual y yo en Porlier, esto en Ocaña, no recibía nada, lo que mandaba a mi Conchita se lo quitaba ella.

La gente que estaba en la cárcel ¿A que partidos pertenecía Bernardo?

 Te voy a decir una cosa, en la cárcel hubo muchas reservas entre nosotros, no éramos muy leales en cuanto a decir yo soy comunista, yo soy socialista, había reservas, antifascistas todos, era una frase que empleábamos para estar unidos o para saber de que pie cojeábamos, pero éramos muy reservados en cuanto a decir "que yo soy comunista", pero, pero se veía gente del Partido Comunista se veía que era socialista o republicanos, en la provincia de Toledo, precisamente había gente que no había sido en su vida, nada y se llamaban republicanos y había allí, toda la provincia de Toledo estaba en Ocaña, toda la provincia de Toledo, de miedo.

 ¿Tenías esperanzas, Bernardo, de que aquello era transitorio, el régimen del general Franco?

 Sí, sí, tuvimos una época muy buena en Ocaña, perdón, en Ocaña no, en Porlier, una época al principio de terminarse la guerra, se hablaba del General Yagüe, me parece que era, que había dado un golpe o que quería dar un golpe y lo habían detenido y después si que tuvo algo con él; el general Yagüe parece que se rumoreaba algo y teníamos esperanzas de que iba a pasar algo, no confiamos en que íbamos a estar tanto tiempo, no, y después en Ocaña con la liberación de la guerra, nosotros no nos gusto que se declarara la guerra porque esperábamos que con la guerra europea a nosotros nos libertarían, pero después los hombres sensatos, yo creo que fui uno de ellos, dijimos "no, a nosotros no nos liberta Franco con la guerra europea, lo que pasa que nos van a llevar a un frente en Europa, viene Hitler por aquí y se lleva a la mitad de Ocaña " y a mí no me convenció, yo tenía alguna esperanza pero después pensé que con la unión que había tenido Franco con Hitler dije: "este nos lleva al frente como combatientes", Teníamos muy pocas esperanzas, francamente muy pocas y cuando ya pasaba el tiempo menos ya, ya no tuvimos ninguna, ninguna; yo, la liquidación de la guerra o de las cárceles por voluntad de Franco no lo esperaba.

¿Qué trabajos hacíais en las cárceles, Bernardo?

Bueno, ninguno, bueno yo me dedicaba a la cosa de enfermería, en Ocaña pude colocarme en la enfermería y allí tuve la suerte de que me daban dos platos de comida, y a los destinos nos daban cama, a los que no tenían destino, les daban el suelo y, como allí daban comida a la enfermería yo me hice amigo de un ranchero y todas las tardes, después de habernos nuestro rancho, dejábamos una latita, de una cabida de tres o cuatro kilos y nos llevaba de comida, arroz y garbanzos, pero aquello era para los enfermos y el día que llevábamos y estaba la lata vacía, nos daban un disgusto, porque el cocinero no había podido echarla porque la había liquidado el oficial. La comida mala: nabos, zanahorias, berzas, muy mala; en Ocaña malísima, eso de lentejas, ni hablar por las mañanas un café que se... de achicoria, un pan que lo partían en cuatro trozos, una libreta, que al partirla tenías que tener cuidado porque se desmigajaba, un pan de maíz, bueno de maíz, quisiéramos que hubiera sido de maíz, se hacía migas; enfermos de estómago cayeron a montones por ese pan; al mediodía un cazo de comida y el mayor disgusto que me daban a mí era el ir por la comida, coger la tuya, comértela, ir a por reenganche y cuando ibas tú que ya no había reenganche; y por la tarde los mismo, así que nosotros una vez, tuvieron benevolencia y nos trajeron, nos pasaban vino con una garrafa y, claro, ¿sabes lo que pasaba? que como no teníamos el estomago alimentado en cuanto te tomabas un vaso de vino poco grande, pues ya estabas mareado, eso era, pero la comida mala, mala; en Ocaña mala, mira parece que después en Valencia mejoró un poco; en Valencia se comía mejor, tanto en la Prisión Provincial como en San Miguel de los Reyes, pero Ocaña pésima, la peor de todas Ocaña, y en Madrid, en Porlier, parece que llegamos a tiempo de que aún no se habían acabado las lentejas de Negrín y nos daban lentejas todos los días, pero no veas que buenas eran, pero ¡bah! eso ya, el peor sitio de comidas fue ese, Valencia, provincial y San Miguel de los Reyes.

Represión, palizas en la cárcel. 

No, no, no, no, no en la cárcel a mi no me ha tocado el pelo nadie, en la cárcel castigos creo que no he tenido ninguno, no es más en lo que te he dicho antes de la pregunta que me hicieron estos falangistas o policías que me llevaron después de la interviú de las diligencias que donde querían que me llevaran y contesté que a la cárcel. Te puedo decir que en la cárcel estaba más contento que en las diligencias claro, palizas nada; bueno, había cosas muy curiosas allí y había, tenías que tener mucho cuidado con lo que he dicho anteriormente, con los chivatos y nunca te cogían, una bronca me costó a mi una vez. El oficial pagador que es el que recoge los cuartos del exterior, que te mandan los familiares para abonártelos a ti, me encontró en Curvados, en San Miguel de los Reyes con una revista y yo creí que me iba a pegar ese hombre. Dice: "¿Quién le ha dado a Vd. esta revista?". Una revista que podía ser Interviú o ...una revista de ese tipo, sin importancia que te dan noticias de países o de guerras o de política, una revista, se puso muy serio:"le voy a dejar a vd. sin pecunio durante dos meses si no me dice vd. quien es ésta". Ya tuve que decirle una mentira: "mire vd. como yo subo al botiquín la he visto ahí y la he cogido" y en el botiquín ya tenía mas libertad para poder meter revistas, y gracias a eso, pero me amenazó, sí, me amenazó, pero no, aquello no fue, era un oficial muy majo, muy jovencito, muy bueno y no me amenazó más que con dejarme sin pecunio:" el día que le manden a vd. peculio, no se lo doy, si no me dice quien le ha dado a vd. esta revista". 

¿Os obligaban a la asistencia a actos religiosos...?

Sí, a misa todos los domingos, los domingos a misa, todos los domingos, a confesar el que confesara y a comulgar el que comulgara. A mi me pasó otro caso muy curioso de esto que me preguntas en Ocaña. Yo tenía un destino en Ocaña, como te digo en la enfermería, como practicante o como enfermero, no me reconocía mas que yo de un destino y hubo una vez que vino una misión de curas para confesarnos a todos y comulgar, y el que quiera comulgar y confesar que se apunte en las salas, las salas están repartidas de 100 en 100, en Ocaña había cincuenta salas y en cada sala había ciento y pico, y en cada sala hay un jefe de sala, tenías que apuntarte para confesar y para comulgar; yo tenía entonces un buen destino y me aconsejaron:"No seas tonto, Torres, que te quedas sin destino"."Torres, ¿vas a confesar y comulgar?" "No", "Que estás en la enfermería", "Bueno y ¿qué?,¿que me lo van a quitar", "Bueno, ¿no te apuntas?","No, no no me apuntéis para confesar y comulgar y además no me coacciones que no vas a conseguir nada, por qué voy a ir, voy a ir engañando al que sea, si no siento eso, por que lo voy a hacer. Anda déjame, ¡hala!". No me pasó nada, oye, ni me quitaron la enfermería, ni me quitaron el destino, ni… y no comulgué y no confesé. No sé si había algún forzado, pero no creo, el que quería se apuntaba y el que no, se apuntaron bastantes, se apuntaron bastantes, je, je, je, je, el miedo guarda la viña, se apuntaron bastantes . Yo me reía con un amigo que tengo, que aún esta vivo gracias a Dios; yo le decía: "¿Tu te das cuenta, Cándido, la gente que está confesando y comulgando," je, je, je, y él decía: "con estos no vamos a ningún lado". Han sido cosas muy curiosas, cosas de estas que pasamos muy bien en la guerra, en la postguerra; en la cárcel ya te digo, en la cárcel yo lamentaba la falta de libertad, claro, pero no no nos trataban mal, pasaban días y días y días y allí estabas.

 Clases de reeducación política u obligación de cantar algún himno

 Si, no obligación de cantar algún himno, no; el Cara al Sol lo cantábamos en todos los desfiles, Cara al Sol salías por la mañana al patio y a cantar el Cara al Sol, te formabas para ir a la comida y Cara al Sol, salías al patio y Cara al Sol, salías del patio para ir a dormir y Cara al Sol; por lo menos cuatro veces al día y un oficial por los lados a ver si cantabas o rezabas.

 Quienes vigilaban las cárceles, policías...

Prisioneros, perdón, el jefe, oficiales de prisiones, pero muy poquitos. En la cárcel de Ocaña éramos cuatro mil y pico de presos, cuatro mil y pico de presos éramos o más y había seis u ocho oficiales; se turnaban, claro, no estaban todos juntos; pero bastaba con que pasara un oficial por allí y te pusieras firme. Así, había uno en Ocaña que le llamábamos "Mediopolvo" y él sabía que le llamábamos ...no tenía un polvo completo, pero ese nos llegaba, estábamos cantando el Cara al Sol y pasaba por una fila y por otra y escuchaba a ver si cantabas el Cara al Sol. Así sí y referente a cosas educativas no había más que el coro que llamaban ellos, que se cantaba para después cantar en Misa, había unos cuantos que también les daban ración doble y por eso se cantaba y se cantaban cosas religiosas, pero nada, educativas nada y pasabas el tiempo allí, haciendo juguetes, haciendo estuches, haciendo muñecos, paseando, durmiendo, durmiendo en el patio, en la galería no dejaban entrar una vez que tu estuvieras en el patio y al salir del patio, no entrabas hasta que no entrara todo el mundo.

¿Recuerdas, Bernardo, algún grupo profesional mayoritario en las cárceles en aquella época? Por ejemplo yo he leído que maestros, hubo maestros represaliados,¿tu recuerdas algún grupo profesional significativo dentro de las cárceles? 

Los maestros, los maestros y tengo que decirlo muy fuerte y estos días con la huelga de los maestros me acuerdo mucho de ellos. Había en Ocaña media docena de maestros que uno de ellos aún vive y es abogado, lo más sano del mundo. Había un padre y un hijo, maestros los dos, lo más sano del mundo, condenados, con fuertes condenas, todos los maestros. Los maestros en la guerra, yo no he tenido ocasión de andar con ellos, pero en la cárcel sí, en Ocaña sí. Allí había un grupo de maestros que eran una maravilla, prevalecían por encima de los demás, con unas ideas fijas y unas ideas muy sanas. Maestros, maestros, tengo que decirlo muy fuerte.

¿Cuando saliste de la cárcel, Bernardo?

Salí en el año 47, 45 o 46, no recuerdo.. Yo salí de la cárcel el 46 o 47, me levantaron el destierro, no me levantaron el destierro, me desterraron. Yo, mira, te voy a decir exactamente el tiempo que yo he estado entre unas cosas y otras fuera de Madrid. Salí el año 39 y entre cárcel y destierro he vuelto el año 51, once años sin poder venir a Madrid.

Cuando te excarcelan a ti, en el 46 o 47, según parece, ¿se producen muchas excarcelaciones en España?

Sí, Sí, se producen muchas porque hubo una rebaja de la condena de 30 años a 20 y en esas condenas habíamos muchos. Se excarcelaron muchos porque de la prisión donde yo estaba salimos bastantes. Íbamos saliendo paulatinamente, pero bastantes, sí. La condena de treinta años parece que se extendió mucho, más de la de veinte, bueno los de doce ya habían salido; pero los de veinte años hubo muchos, pero salieron en aquella época.

Y el destierro. ¿Dónde lo pasaste?

En Valencia, en Valencia estuve desterrado y como yo tenía amistades con los médicos, pues me mandaron como practicante a un pueblo, bueno, yo tenía que presentarme todos los meses en la Comisaría, todos los meses, salvo los días que venía Franco a Valencia; los dias que venía Franco a Valencia, me presentaba hoy y me sacaban a los tres días, mientras estaba en Valencia Franco, yo tenía que estar en la Comisaria.

En esa época, mantuviste relación con alguna gente de izquierdas.?

Sí, sí, nosotros mantuvimos relación con todos los grupos de Asalto. Formamos un grupo de Asalto para favorecernos entre nosotros mismos. Teníamos una organización, muy buena organización, valga la redundancia, que nos favorecíamos si uno caía enfermo, si uno lo detenían, si uno no tenía trabajo, pagábamos una cuota muy poca en aquella época, me parece que eran diez pesetas, llegamos a reunir por ejemplo quinientas pesetas. Yo era el Secretario y a mi se me dio la oportunidad de tener que favorecer a un compañero de Asalto, que se había quedado sin trabajo y un día fui y le entregue veinte duros y otro que había caído enfermo y también le entregué los veinte duros. Veinte duros en el año cincuenta o cuarenta y tantos eran mil pesetas de ahora, pero una vez yo tenía un ayudante en el grupo este que le mandaba algunos recados; yo estaba trabajando en el Laboratorio Municipal de Valencia, porque además tuve la santa suerte de, a los quince días de salir de San Miguel de los Reyes como rojo, colocarme en el Ayuntamiento de Valencia como empleado, eventual, claro, eventual, cobraba entonces diez pesetas diarias. Bueno, pues este individuo con el que tenía yo contacto constantemente se mete un día en un bar y empieza a decir: "A mí no me preocupa, era de Asalto también, a mí no me preocupa, yo soy un empleado y el día que me quede sin trabajo, pues ya tengo una compensación por unos compañeros que tenemos una organización de Asalto que nos manda algunas pesetas” y.. por lo visto un individuo que había allí era policía, se marchó antes que el citado amigo mío y lo esperó en la puerta, lo cogió, lo llevó a la comisaría y allí cantó, cantó más que Angelillo, todo lo que sabía, lo que tenía que decir, lo que dijo. Salió, claro, mi nombre, salió mi domicilio y salió donde trabajaba yo y al día siguiente fueron a buscarme al laboratorio donde yo trabajaba, al laboratorio Municipal, dijeron que no estaba, que había ido a por una extracción de sangre y tal. Y al llegar me dice el Director: "Váyase Vd. Torres. que lo está buscando la policía". Entonces yo me fui, no volví por el laboratorio, pero tonto de mí, si no iba al Laboratorio, irían a buscarme a mi domicilio, fueron a mi domicilio y me llevaron a la cárcel otra vez. Seis meses en la cárcel otra vez por haber tenido una organización de Asalto. Esos meses volví otra vez a salir, ya no me coloqué en el Laboratorio como es natural y como la cosa estaba un poco más peliaguda que antes, más vigilado, le dije al Jefe Superior de Policía que era amigo del médico éste que yo te he dicho antes, que no podría presentarme todos los meses si tenía que irme a un pueblo. Me dijo: "Márchate al pueblo y te presentas cada seis meses". Entonces me fui al pueblo y cada seis meses me venia a Teruel, digo a Valencia y me presentaba en la Comisaría y ahí se solucionó, hasta que un día vino la Guardia Civil, ya por última vez y me dijo:"Tiene vd. levantado el destierro, Ya puede vd. marcharse a su casa". Y ahí quedó todo.

La organización esta que teníais, Bernardo, ¿únicamente era profesional?

No, no, aquí no cabía más política que la profesión, aquí éramos de Asalto y teníamos una cosa muy original. Unas monedas no sé si habrás conocido tú, de diez céntimos; unas monedas de metal feo. Habíamos puesto el nombre "A" o sea "Asalto" y con esa moneda nos conocíamos todos. No tenía más origen que el ayudarnos unos a los otros. Contraseña, pero además políticamente nada. No nos preguntábamos si éramos comunistas o socialistas, nada, no nos preguntábamos nada.

¿Tú, en aquella época, dentro de España, sabías de algún movimiento de oposición que hubiera?

Sí, sabía de un movimiento de oposición que había comunista, los comunistas trabajaron durante la posguerra bastante más que ningún partido, se les veía, se les veía pasquines por todas las partes, y a mí un compañero comunista de Ocaña, que yo vi desterrado también en Valencia, quiso perjudicarme, no perjudicarme, meterme en el follón de comunistas. Dije que no, que esa organización, que yo no correspondía a ella, por lo tanto que no tenía que hacer propaganda del Partido; se enfadó: "Es que vamos contra Franco todos", "Bueno, yo también iré contra Franco cuando me lo mande el Partido al que al que creo yo que debo pertenecer y pertenezco". Y nada más, pero si sé que los comunistas trabajaban en favor de la revolución antifranquista. 

O sea que con el Partido Socialistas té ...

No, con el Partido Socialista no he tenido contacto ya. El Partido Socialista no he tenido contacto yo, con algunos que hemos hablado de partidos y tal, hemos coincidido,"yo era socialista, yo también", pero contactos para trabajar en contra de Franco, no hemos tenido ninguno.

¿Y recuerdas haber visto oposición socialista en estos primeros años en los cincuenta? 

No, no, no, no, la oposición socialista la ha habido siempre en las cárceles, la hemos formado nosotros un grupo que se llamaba Unión del Pueblo Antifranquista, que intervenían monárquicos, que intervenían todos los partidos menos los comunistas, precisamente. En esta agrupación antifranquista no intervenían, intervenían monárquicos, intervenían socialistas, intervenía izquierda republicana, republicanos, todos, en cambio los comunistas, no quisieron intervenir en eso. Eso viene ya desde el principio. Había gente joven, chavales de 16 y 17 años que formaban esa agrupación y les detuvieron, chavales, héroes, héroes para mí, a los 16 años.

¿De qué años me hablas, Bernardo?

Del año 41, 42 y 43

Y dices que se llamabas Agrupación...

Agrupación Antifranquista, Agrupación Antifranquista, intervenían hasta los monárquicos, intervenían, me consta porque había un médico que era oftalmólogo no me acuerdo como se llamaba que era de esta Agrupación, sí, sí, pero no llevó a cabo nada, ya sabes no llevo a cabo nada. Una fuerza fuerte no hubo, contra Franco no se podía ir, esta visto, esta visto y bien claro. Franco era muy fuerte, estaba bien organizado.

 Tu, a partir de que te levantan el tiempo de destierro, no volviste a mantener ningún tipo de contacto. 

No ya nada, hasta que no vino la democracia ya nada no he tenido contacto con ninguno, porque me he desengañado, chico, te digo la verdad. Es que a mí la cárcel no me ha ido nada bien. No a otros que les han mandado cosas, a mí el partido, ni uno ni otro me han mandado nada, ¿cómo vas a tener esperanzas con nadie? Desde que salí de la cárcel, del destierro, me convencí que tenía que vivir con mi mujer y he vivido con ella, tranquilo y nada más . Que tenía ganas que desapareciera el régimen de la Dictadura, sí, pero yo no he hecho grandes cosas, te digo la verdad, no me duele, no me duele confesarlo.

Periódicos, revistas, clandestinas ¿llegaban a tus manos?

Sí, sí, sí, nosotros teníamos un periódico muy original, teníamos "Redención", teníamos un periódico "Redención" para los presos, puedes imaginarte lo que pondría en un periódico de presos, tonterías, je, je, je,.

Editado por el Régimen.

Claro.

Pero, luego.

No, exteriormente no, cuando llegamos se recogía, yo iba algunas veces a la embajada, a coger boletines, en las embajadas, en la americana principalmente había boletines de guerra, boletines de política y ibas allí, principalmente cuando la guerra, cuando la guerra, ibas por allí y te daban boletines, pero no boletines políticos no, y periódicos, nada, yo, creo que he tenido muy pocas veces, una o dos, pero no, periódicos políticos.

Emisoras de radio que hayas escuchado.

Se escuchaba la Radio España Independiente, se escuchaba, pero lo que dicen las radios como decía la radio esta Independiente, desde allí se decían muchas cosas y había que decirlas aquí para ir en contra de Franco, desde allí no hacían más que ponernos a nosotros los pies calientes, porque no conseguíamos nada más que oír cosas muy buenas, que nos gustaba oírlas, pero que no conseguiríamos nada que es lo que queríamos nosotros. Oír una radio y no conseguir una cosa efectiva es tonto. Y además ¿Qué podían hacer aquellos? No hacían nada. A mi juicio no hacían nada más que calentarnos los cascos a nosotros, había cosas buenas, me gustaba oírlas, pero veía que no se... ningún triunfo.

 Sobre el tema de la República, Bernardo, de la República, de la Guerra Civil, ¿tu has leído muchos libros?. 

Sí, tengo este de Thomas, inglés, que a mi juicio es el mejor historiador que se puede leer. He leído fascículos de estos del historiador éste... Ricardo de la Cierva y no me convence; digo que los historiadores tienen que ser neutrales, si van a un bando o van a otro, ese debe dejar de ser historiador porque eso no es historia. La historia hay que contarla conforme Dios manda y nada más y ese Thomas me parece que es bueno, me parece que es un historiador que no se inclina a un lado ni a otro, cuenta las cosas conforme se pueden ver y se vieron. Y este De la Cierva cuenta las cosas como derechista que es y franquista; ¿cómo va a decir nada este señor en contra de Franco? no puede decir nada en contra de este señor, por eso los historiadores tienen que ser neutrales y he leído ese y me gusta, de cuando en cuando repasarlo porque lo tengo muy bien encuadernado y me gusta leerlo.

Y otro tipo de obras, novelas históricas, de Ángel María de Lera...

 Hombre, de esas muchas, de Ángel María de Lera tengo todos las noveles, la primera que leí y más me ha gustado de todas ha sido "Las últimas Banderas". a Ángel María de Lera lo conozco yo, porque yo trabaje en antibióticos, Ibis, y Lera era hijo de un médico que por su situación le dieron una especie de reportero rural, visitando a todos los médicos rurales de España y a raíz de esto pues yo tuve contacto con él, por sus novelas, por los contactos que tenía y lo he saludado varias veces, y sus libros están dedicados a mi por el y tengo todos los libros, todos, de Ángel Maria de Lera.

¿Quisieras añadir algo más a esta entrevista, Bernardo?

Pues añadirte, hoy tienes aquí ya un hombre viejo, de setenta y seis años, que quiere tranquilidad, que la política ya no me convence, que estoy desengañado de ella. He luchado porque tenía que luchar a favor de un régimen que consideraba justo, porque para mí, Franco fue un segundo Tejero, un primer Tejero. A Tejero le salió mal y a Franco, le salió bien, pero te voy a decir otra particularidad, que si Franco como militar sabe que va a durar tres años la guerra, Franco no da el golpe de estado, eso te lo garantizo. Franco le costó tres años vencer a un ejercito que tuvo que formarse del pueblo y esto para los militares es muy triste, que un ejercito salido del pueblo después de tres años le hay podido vencer, le haya podido vencerle porque para vencerle ha tenido que recurrir a los alemanes y a los italianos, que vamos a una cosa en contra que también nosotros hemos tenido rusos en España; pero, por favor, la intervención rusa en España fue mínima. Lo único que tengo que decir es que Franco cometió una barbaridad, que Franco fue un ambicioso y, que de no haber sido Franco tan ambicioso, España estaría en otra situación. Franco es un hombre que ha hecho muchas cosas buenas ‑¿no las de hacer en cuarenta años? no vamos a ponerle todo malo, en cuarenta años ha tenido que hacer algo bueno ‑pero una de lasa cosas malas que he hecho Franco ha sido la siguiente: Si Franco da un golpe de estado por quitar las huelgas y las quemas de conventos, las revoluciones en España y ya ha conseguido eso, deje Vd. al pueblo en manos de un rey, don Juan Carlos o Don Juan, y el pueblo ¿qué ha perdido? Dígale vd. tiene vd. que ir derecho. Vd. va .. y se va a su puesto, pero tiene que ir derecho porque si no le va a costar caro y a los que han hecho delitos de sangre, porque puede averiguar quienes han hecho delitos de sangre, a esos sí a esos juzgarlos, pero de los bandos, porque en los dos bandos se han cometidos delitos de sangre. Hombres que están completamente incontrolados, eso Franco no lo hizo bien, ¿qué pasó? Se acabó la guerra y metió a media España en la cárcel, se creó un ambiente desfavorable, ambiente que esta aquí, parte de él, en mi. A mi Franco me dice "Bueno, ¿Vd. que fue en la guerra? Empleado del estado, Interior, Ministerio de Gobernación, ascendió?. El ascenso no se lo reconocemos pero su puesto sí porque hizo vd. unas oposiciones para ello. Ha luchado vd. en contra mía, yo fui el que me subleve, tenía que luchar en contra mía, le voy a dejar en su puesto, pero tenga vd. cuidado, no se deslice porque entonces paga todas; pero Franco no, Franco a mi juicio, con perdón de todas las opiniones fue un egoísta y del egoísmo ha salido la creación de un capitalismo en su familia tan importante como que es el capitalista más fuerte de Europa, su mujer o era. Y esa son las consecuencias de que España este como esta, a mi juicio, Franco hace lo que te digo y esto, lo pienso y lo piensa mucha gente y España estaría en otras condiciones, no habría dos Españas. Metió a media gente en la cárcel, gente que como yo, no ha matado una mosca, y le condenan y le matan y le hacen sufrir ¿qué tiene que esperar Franco de mí? Pues que yo no podré fabricar bombas para ir en contra de él, pero todo lo que pueda hacer, lo haré. Ahora no, ya se ha muerto.