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Publica la Asociación Cultural "Rastro de la Historia".

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El Rastro de la Historia. NÚMERO CINCO

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Francisco Blanco

Muy poco tenía que ver la pretensión española de hermanamiento de pueblos con  base cultural común, con el sentido dominador de rebaños humanos que proyectaba la ideología nazi.

Alemania, Italia, arranque de puntos opuestos en su construcción nacional mediante estados totalitarios. Desde la perspectiva de José Antonio Primo de Rivera la primera era una superdemocracia, de diseño horizontalista y con el sustento de la raza y de la voluntad. Italia, en cambio, era el verticalismo dirigido "por un genio de mente clásica que quiere configurar un pueblo desde arriba". Más deslumbraba al fundador de la Falange el segundo que  el primero de quien las menciones son escasas.

El período de la Falange histórica antes del comienzo de la contienda apenas si se observan relaciones entre el grupo  español y el partido nazi. Lo único reseñable es la admiración que suponía para la Falange el hecho de la resurrección alemana y su ubicación distinta al imperante marco liberal, así como su anticomunismo militante.  Se conoce una visita de José Antonio a Alemania acompañado de Eugenio Montes, poco más que un recorrido turístico de escasísima huella en Primo de Rivera, a lo que no puede ser ajena la dificultad de compaginar la cosmovisión hispánica con el fenómeno alemán. En el campo de la teoría política poco, muy poco, tenía que ver la expansión imperial proclamada por España, un hermanamiento de pueblos con una base cultural común con el sentido dominador de rebaños humanos que proyectaba la ideología del nacionalsocialismo. Y esto, aun a sabiendas que posteriores revisionistas del campo de la Falange pudieron crear lazos de connivencia que iban más allá de la afinidad. La sustancia última del NSDAP venía constituida por la raza, es decir, por el sentido racial de superioridad frente a otras etnias, fenómeno perfectamente conocido por la Falange y desvelado en el periódico FE. Nada que ver con la sustancia última del pensamiento falangista, con el catolicismo de base, al fin y al cabo una religión de esclavos. Y, sin embargo, el rastro observable de alguna admiración falangista hacia el fenómeno nazi está ahí, incluso en algunas parcelas se podría hablar de  seguimiento, de mimetismo conductual ¿Cuáles pudieron ser las claves para ello? Pienso que fundamentalmente tres:

1.-La identidad de los contrarios, o sea, la reacción contra un sistema que por entonces se arrojaba caduco, el liberalismo político, y el valladar que se establecía contra la invasión del comunismo,  establecido ya en la URSS, y potencialmente pujante; versión en el  XX de una nueva invasión bárbara destructora de Occidente. Gozaba de precaria salud el viejo liberalismo cuya nota más distintiva por aquel entonces era un exceso pluripartidista que José Antonio Primo de Rivera entendía corrosiva para los intereses nacionales.

2.-La referencia a los valores nacionales de forma dinámica, con la consiguiente exaltación de los mismos. Y curiosamente aquí, la admiración se realiza por el efecto de la apariencia ya que el contenido "nacional" del nacionalsocialismo era ajeno al contenido nacional de la Falange.

3.-La atracción magnética ejercida hacia la práctica totalidad de un pueblo, por una idea, un partido y un caudillo. Sin duda tan deseada por la Falange como distante de la realidad vivida en España, parca en medios, en recursos humanos y en apoyos. 

En los comienzos de 1934 Hitler no resultaba para Europa el monstruo posterior en que se (le) convertiría. La resurrección de Alemania podía resultar preocupante pero no había llegado el tiempo del paroxismo racial ni de la recuperación del espacio vital. A distancia, José Antonio manifestaba una admiración condicionada por el canciller alemán que no era "mi jefe político directo" tal y como respondía con ironía el jefe falangista en el Parlamento el 20 de Febrero de 1934.

Por su parte, Ramiro Ledesma Ramos expresaba con rotundidad cuáles eran sus referentes: "En nuestra misma época, es decir, en nuestros mismos días, las revoluciones nacionales se desarrollan también con éxito pasmoso. Véanse  estos nombres que las representan: Mussolini, Kemal, Hitler y- ¿por qué no?- Stalin.

Quien quiera enterarse de manera rápida de la electrizante llamada que imprimió Hitler al pueblo alemán debe remitirse a dos documentos cinematográficos: El triunfo de la voluntad de Leni Reifenstahl  documental de contenido propagandístico de inapreciable valor y la espectacular escena del film Cabaret de Bob Fosse en donde un grupo de las juventudes hitlerianas que recauda fondos en un merendero arrastra con sus cánticos de devoción a lo telúrico -cántico inventado por Fosse- a todos, o a casi todos,  los presentes.

Y fue el conflicto bélico, primero la guerra en España, más adelante Possad, Leningrado… quien fraguaría los lazos de unión, incluso forzando interpretaciones, "nazificando" la Falange o aquello en lo que se iba convirtiendo la Falange y tal comportamiento se forjó, quizás porque las circunstancias así lo mandaron, que tras nueve años de guerra se transcurrió por la amistad, el sacrificio y al final la nada. 

Comenzada la guerra de España, Hitler da órdenes el 24 de Agosto de 1936 para el mayor apoyo posible a los rebeldes. Unos días después llega a  España el Teniente Coronel Walter Warliment como coordinador de la ayuda militar. Precisamente este militar recomendará al escuadrón ligero de la flota alemana el apoyo para los intentos de liberación de José Antonio Primo de Rivera detenido en la cárcel de Alicante. A este personaje habría que añadir otra figura clave de nacionalidad alemana, la de Von Knobloch. Y presentado el intento de auxilio, también debe decirse que no fue considerado por Alemania asunto prioritario, muy posiblemente por el precario conocimiento que la figura de Primo de Rivera tenía para los alemanes. A tales conclusiones, por lo menos, llegaba en su día Angel Viñas, después de indagar en los archivos de la Wilhelmstrasse y que provocó, una vez hecha su publicación, una reacción de contrariedad por parte de sectores falangistas en 1976, influidos más por la sensacionalista portada de Historia 16 que por el  propio contenido de la publicación.

Concretando la ayuda específica que la Falange Española recibía por parte de Alemania se debe citar el destino de instructores alemanes a las academias militares falangistas de Sevilla y de Salamanca. La petición de los mismos la realizó Manuel Hedilla Larrey al embajador Von Faupel "pero recalqué -dice Hedilla en sus Memorias- que no aceptaríamos intromisiones políticas nacional-socialistas".

Mención aparte en la urdimbre de lazos que se iban produciendo merece el emparentamiento surrealista intentado por Ernesto Giménez Caballero, de casar a Pilar Primo de Rivera con el caudillo alemán. Cóctel explosivo que no llegó a realizarse según el creador de la Gaceta Literaria por un problema gonádico del Führer 

Españolitos en Alemania

La  fundación de la Falange en Alemania se realizó en Septiembre de 1936. Frente a la ausencia casi total de relaciones entre la Falange  y  Alemania antes de la guerra, estas se intensifican a partir del 18 de Julio. El primer Jefe de la Falange alemana fue el comerciante establecido en Berlín Rogelio García Castell, natural de Carcagente y que  murió en accidente aéreo en Los Alpes, el 3 de Diciembre de 1936  al regresar de Salamanca a Berlín y comenzando una fatal predisposición de responsables falangistas en el país europeo por las muertes accidentales.

Otro de los primeros falangistas allí establecidos  era el antiguo Secretario Local de la Falange Española en Alcalá de Henares, Juan Neufeld, quien marchó a Alemania por razones de estudio y constituyó Falanges en la zona sur de aquel país, convirtiéndose en Jefe Delegado de la FET para el  Sur de Alemania, Hessen, Renania y Westfalia.

La ayuda material que enviaba Alemania a la España rebelde y la admiración despertada entre muchos falangistas por aquel modelo, se plasmaba en el agradecimiento que enviaba Manuel Hedilla en las Navidades del 36  al pueblo alemán a través del órgano nazi Völkicher Beobachter y que finalizaba con un "Heil Hitler, Arriba España".  Idénticas maneras a como Pilar Primo de Rivera agradecería unos meses después  al Führer la concesión de la Cruz Roja alemana.

Pero más allá de condecoraciones y agasajos y por su validez como instrumento, estuvo el campo de la propaganda.  El dominio de calidades técnicas en la elaboración cinematográfica, de imposible disposición en la España rebelde, hizo necesario acudir a Alemania en busca de tan preciado material. En Febrero de 1937 se realizaron proyectos de convenio cinematográfico por medio de la productora Hispano films, en donde Florián Rey era uno de sus directivos.  En la  idea de propagar la españolidad del nuevo Estado con la Falange como motor ideológico, colaboraban destacados artistas y productores españoles. El ya citado Florián Rey e Imperio Argentina eran recibidos en Mayo del 37 por Goebbels y por  Hitler manteniendo conversaciones con el Führer en "términos tan cordiales, que el intérprete del ministerio  que les acompañaba no salía de su admiración"  tal y como se comunicaba a la central falangista de Exterior desde Alemania. Es este el viaje que motivó el argumento de la película La niña de mis ojos con versión libre y apañada al consumo propio y adecuado de finales de los noventa. 1937  vio también como en  Berlín se montaba el mejor documental bélico a favor de los rebeldes: España heroica de Joaquín Reig. Al año siguiente la casa alemana Tobis aparecía ya encargada de la distribución de películas de la Falange y del Estado franquista y era  también quien realizaba las copias de los films de propaganda.  

Cuando Berlín era Hollywood

Berlín sirvió de plataforma para producir cine español  como bien ha estudiado nuestro colaborador José Lorenzo García, y el apoyo de Cifesa fue decisivo para la incipiente producción cinematográfica del bando nacional y más aún el que el ala más germanófila de la Falange, encabezada por Dionisio Ridruejo se hiciera con los resortes de la Jefatura de Propaganda, organismo que desde el 38 comienza a elaborar el NODO, remedo de los noticiarios nazis.

En tareas de abastecimiento colaboraban los falangistas establecidos en Alemania el grupo de Hamburgo, con Enrique Pérez al frente, enviaba en agosto de 1937 un equipo de rayos X al hospital militar de Talavera de la Reina. También, durante ese año la Delegación de Administración de la FET había realizado compras de ropa en aquel país.

La confraternización entre los partidos alemán y español  sufrían un proceso de intensificación. Si en Agosto de 1937 un grupo de treinta y tres cadetes de la Falange unificada de distintas provincias españolas y una falange de flechas de Valladolid con el jefe de las OOJJ de Badajoz, Teniente Ramallo, partían en el Cabo Norte rumbo a Hamburgo; en el mes de Octubre era  la Sección Femenina  quien viajaba a Sttugart. La estancia campamental en el castillo de Heiligenberg, la narraban las mujeres españolas con el mayor de los elogios  en artículos periodísticos donde se arropaba la visita con un lirismo paisajista e idealizado. En Noviembre, responsables de la rama falangista femenina eran recibidas por el Jefe Nacional de las Juventudes del Reich Baldur Von Schirach. Precisamente este pródigo mes de encuentros presenciaba el primer contacto oficial entre la Falange de Alemania y  las Juventudes hitlerianas. Con aquel motivo se ofrecía un regalo al  Reichsjugendführer. En devolución de visitas ese mismo mes un grupo de las  Juventudes Hitlerianas visitaban Zaragoza y Salamanca. Viajes continuados por otros con delegaciones de la Sección Femenina, intercambios culturales o folclóricos, campamentos de las juventudes del Partido único español, representaciones sindicales o personalidades del Partido. Hubo contactos entre el aparato de la FET con Alemania y con el partido nazi. Se dieron relaciones entre elementos de la disidencia falangista y organizaciones y dirigentes nazis y por lo que aquí nos interesa, hubo relaciones entre el Servicio Exterior de la FET y miembros del Partido Nacionalsocialista. Entre las idas y venidas de representantes del régimen y miembros de la FET con Alemania, destaca la que realizaron en Noviembre de 1938 el  Vicesecretario General, J. Manuel Fanjul y el Secretario Nacional del Servicio Exterior, Joaquín Rodríguez de Cortázar, para acudir  al Congreso del Partido Nazi en Nüremberg. Pocos días antes, Rodríguez de Gortázar había girado viaje de inspección para reorganizar la Falange alemana. A resultas de aquello se modificaba la organización  y quedaba una Jefatura Provincial en Berlín, una local en Hamburgo; una comarcal en Ulm-Munich con locales en Ulm y Munich, Aquisgrán Colonia, Wiesbaden, Frankfurt, Mannheim, Stuttgart y Nüremberg; una Jefatura Autónoma en Viena y una representación falangista en la Alemania de los Sudetes pendiente de organización en función de la delimitación espacial y administrativa de esos territorios de reciente anexión por el  Reich.

Bajo la dependencia de  la Jefatura Provincial de Alemania funcionaría una Delegación de la FET para Bohemia y Moravia. La inexistencia de colonia española en aquel territorio imposibilitaría la creación de un núcleo de la Falange Exterior. La labor de esta Delegación se restringió en 1940 a labores de propaganda cultural. Esta tarea debió encontrar un eco favorable en la sociedad checa si tenemos en cuenta las representaciones teatrales que se realizaron de obras del Siglo de Oro español o la difusión editorial española, lo que inducía al Delegado en Bohemia a hablar de "Hispanofilia" de los teatros de Praga. Se realizaron también charlas desde la estación de radio de Praga sobre señaladas fechas muy acordes con el espíritu del nuevo Estado español ("Significación del Día de la Raza") o sobre contactos históricos  entre España y Checoslovaquia ("Los monjes de Montserrat en Bohemia").

Al finalizar ese año la Falange alemana con la ayuda del NSDP  organizaba en Berlín una exposición sobre La Nueva España y acabada la guerra, el escaparate de asuntos españoles continuaría con la proyección de películas y documentales, recibidas con enorme éxito en Alemania. La solidaridad con  España estaba también presente en  Viena, donde la editorial Verlag Karl Kühne y el autor del libro Soist Spanien, Dr. Dominik Jospe Wölfel, ofrecían el donativo de un marco por cada ejemplar de su libro que se vendiera.

Una colonia política exigua

A pesar de todo, la escasez de la colonia española en aquel país limitaba las dimensiones de la sucursal falangista alemana. A fines de 1938 el número de militantes era de sesenta y uno, de los cuales veintisiete se concentraban en Berlín y el resto en distintas localidades de Alemania. Por aquellas fechas el Delegado falangista en el Oeste y Sur de Alemania, J. Neufeld, pedía al Departamento falangista de Intercambio el suministro de material gráfico al tiempo que mostraba su alegría por el apoyo y la amistad alemana. Un boletín con el nombre de Nationalsyndikalismus se publicaba por la central del Servicio Exterior con destino a lectores de aquella lengua. 

Cinco meses después de acabada la guerra de España, el ejército alemán se internaba en Polonia. La Falange tenía contraída una deuda con Alemania,  sin embargo el agradecimiento y la admiración contaba con ciertas precauciones a la hora de realizar una baza terminante en orden a una mayor implicación  en el conflicto europeo. Posiblemente se seguía una línea, clara en las intenciones pero difusa en la concreción de los acuerdos, marcada por Asuntos Exteriores a este respecto y donde no eran ajenas las secciones del Partido único. En respuesta a la carta de un jefe de las Hitler Jugend  "a los camaradas de las OOJJ españolas",  Rodríguez de Gortázar cursaba en Enero del 40 instrucciones al Delegado Nacional de las OOJJ  sobre la respuesta que algún miembro de las juventudes españolas debía dar y en donde el contenido cargado de emoción eludiera el conflicto europeo.

La Blau Division

Pronto a la FET se le determinaría una actuación clara, al margen de las meras alocuciones de simpatía. Sin entrar en la valoración ni en la génesis de la División Azul, solo reseñar que ese cuerpo  español de voluntarios, formado mayoritariamente por falangistas, se integraba en la estructura orgánica del Ejército del Reich como la 250 División. Y quien quiera saber más del tema, sepa que puede acudir a las páginas en donde encontrará alguna información de interés:

El agradecimiento hacia aquella nación quedaba patente en el informe enviado en 1941 por la Delegada territorial de la Falange femenina, Celia Jiménez, quien comunicaba el absoluto desamparo y la desorganización en que se encontraban los divisionarios heridos y alojados en hospitales del frente ruso, exonerando de culpa a las autoridades alemanas que  habían brindado todo tipo de facilidades y culpando a la  Sanidad española y al agregado militar español de aquella lamentable  situación.

Entre 20.000 trabajadores españoles, pocos afiliados a F.E.T.

En ese año de 1941 el número de militantes falangistas había aumentado en algo sus contingentes. Se llegaba a 104 hombres y 3 mujeres, si bien los adheridos ampliaban  la cuantía en 191 y 95 respectivamente. La previsible llegada de 20.000 trabajadores españoles a aquella nación hacía suponer a la Falange un notable crecimiento por lo que se hacían especulaciones organizativas que tuvieran cubiertos los servicios de Prensa, Organizaciones y Sección Femenina. Sin embargo, esa fuerte afluencia de obreros no se llevó a cabo, fue bastante más menguada, y la organización falangista continuó moviéndose con pocos afiliados. Realidad que no obstaculizaba el seguir pensando en vigorizar el falangismo en aquel potente estado.  La necesidad de dar una apariencia de importancia y fortaleza, de las que se carecía, exigía un esfuerzo que desde Berlín reclamaba el encargado del Servicio de Prensa,  Rafael de la Fuente, quien no  estaba  satisfecho con la labor realizada. Alemania era un reto y exigía un plan que de la Fuente  resumía de la siguiente forma:

"España no da ninguna sensación de presencia en Berlín. Estamos jugándonos una carta definitiva, como país amigo del Eje. Si este pierde, lo perderemos todo. Pero hay que conseguir por todos los medios perder lo menos posible y ganar cuanto podamos si el Eje gana. Creo de imperiosa necesidad el montaje de una organización elemental que desarrolle la tarea de propaganda que vengo proponiendo. Y si ha de hacerse algo, por Dios, que no sea pobretona y provincianamente".

En España en 1942 se observaba por parte de los falangistas menos acomodaticios la falta de sustancia revolucionaria que iba imponiendo el régimen de Franco. Ese grupo de falangistas considerados como intransigentes tenían muy claro que en el caso de triunfo de los aliados su proyecto político estaba agotado para siempre. De ahí, que intervinieran en proyectos ambiciosos pero muy limitados dada su capacidad y la existencia, además, en el seno franquista de poderosa influencias poco favorables a   Alemania. Posiblemente el más interesante fue el intento que en 1943, se realizó para volar el arsenal que los ingleses tenían en Gibraltar y con el que abastecían el área del Mediterráneo. Detrás de aquéllo, Narciso Perales Herrero y un reducido grupo de falangistas. Plan que falló y que llevó a la horca al falangista Luis López con el silencio más absoluto por parte del gobierno del general Franco.

El calentón progermano

La decidida participación bélica junto a los alemanes encontraba sus adalides entre militantes del Partido único español que iban bastante más allá de lo que era doctrina oficial sobre el tema. El calentón progermano de algunos llevaba al paroxismo e incluso a justificaciones de difícil asimilación, Alfredo Marqueríe por ejemplo en La Joven Europa (Enero de 1942) mostraba sus más vehementes simpatías: "Por lo que respecta a los pueblos, a los países y  a los Estados, Inglaterra y Francia han fomentado siempre la miseria y el fraccionamiento de las demás naciones como los medios que estimaban eficaces y lícitos para perpetuar su existencia de "poderosos" en perjuicio de los desheredados. Y el régimen soviético ha hecho lo mismo para favorecer con ello el clima propicio a la revolución bolchevique… Los planes de Adolfo Hitler y del nacional-socialismo, tras haber desarrollado y ampliado sus iniciativas en el interior, proyectan hacia fuera sus aspiraciones de justicia y equidad… La nueva concepción de Europa es una concepción tan poderosa y tan bella que solo puede ser realizada por un hombre genial y por un pueblo heroico, educado y disciplinado en las más altas virtudes del servicio y del sacrificio".

La  llegada  de trabajadores españoles y la necesidad de forzar la maquinaria para adoctrinarlos forzó el permiso por parte de las autoridades alemanas y negado hasta entonces, para la impresión del periódico Enlace, que anunciaba su salida para el 1 de Mayo. De la Fuente proyectaba reconvertir el boletín de FET en periódico y tirarlo en los talleres de la publicación Aspa, lo que produjo la negativa rotunda de Exterior,  por pensar que aquello condicionaba totalmente el contenido del futuro órgano de expresión. Temor del que acabaría participando de la Fuente cuando reclamaba dotaciones económicas suficientes para evitar depender del Ministerio de Propaganda del Reich.

Las peticiones que hacía el Delegado de Prensa entraban en el diseño de una mente donde se mezclaban la megalomanía junto a objetivos de difícil  realización. Con cuatrocientos afiliados falangistas pensaba proyectar la idea española en Alemania mediante un plan donde el primer eslabón consistiría en utilizar a los exmiembros de la Legión Cóndor, emocionalmente vinculados con España. También situaciones adversas por las que atravesaban ciertos colectivos eran  aprovechables para el Jefe falangista. Así por ejemplo, la lejanía de los trabajadores españoles en un medio desconocido para ellos, podía ser campo propicio para introducirles dosis de patriotismo. Pero no se quedaban ahí los sueños de la Fuente. La vital contradicción que sufrían los novecientos mil obreros franceses desplazados en el Reich entre la machacona propaganda alemana  y el dominio de su país por los germanos le inducía a pensar  en que la Falange asumiera el papel de orientadora de la inquietud francesa hacia respuestas espirituales propias de su cultura latina y no de la germana. No había sólo que falangistizar a los obreros españoles que llegaban, sino también a los franceses.

La estrategia que pensaba De la Fuente para la Falange y para España se resumía en dos pasos consecutivos y complementarios. El primero, la intervención al lado de Alemania en la fase final de la contienda, en la suposición de que  iba a ser la triunfadora; el segundo, entrañaba una visión dialéctica, que, si no realista, al menos integraba dosis de originalidad:

"Inevitablemente, la guerra dejará en carne viva una crisis espiritual que hoy, necesidades materiales apremiantes velan o disimulan. En esa crisis espiritual continental plasmarán los movimientos que en el futuro han de decidir la suerte de la Civilización, y estos movimientos serán probablemente corrientes de oposición frente al sentido panteísta, desnudo y pobre, que con el aplomo de la victoria irradiará España sobre los demás pueblos".

El liderazgo español con una solución espiritual tendría sus continuaciones. En Agosto el Frente de Juventudes y la Sección Femenina recibían invitaciones del Jefe de la Juventud del Partido Nazi, Axmann, del Comandante General de la GIL y del Reichsstatthalter en Viena,  Von Schirach para fundar la Federación de la Juventud Europea junto a otras juventudes del continente. La postura de los españoles en el Congreso celebrado en Septiembre, dejó claro las diferencias entre las concepciones católicas que estos tenían frente al paganismo germano. La falta de sintonía se acusaba también en el viaje de Arrese a Alemania en Enero del 43 que sirvió para jornadas de confraternización entre el Secretario General y la Falange alemana. Grupos juveniles (infantiles) del Frente de Juventudes de la Falange alemana esperaron en la estación berlinesa y en la de Metz al Jefe falangista en un viaje que para algunos historiadores resultó un fracaso, en lo concerniente a estrechar relaciones con Alemania.

La caída (en picado) de los dioses

En Febrero del 43 se hacía cargo de la jefatura  alemana  Jorge Becher, Jefe de Organización del Servicio Exterior de la FET. El anterior jefe en Alemania Ignacio Oyarzábal, había fallecido en accidente de circulación junto a su esposa Al mes siguiente, cuando corrían vientos peligrosos para Alemania, el General Lorenz se desplazaba a Madrid para la inauguración de la Asociación Hispano Germana, en donde figuraban los representantes políticos españoles más favorables a las tesis germanas. El Partido alemán tenía desplazados en España, fundamentalmente en Madrid, pero también en Barcelona hasta 19 "jerarquías" representando sobre todo  al  Frente del Trabajo, Auxilio Social,  Juventudes, Sección Femenina y Juventudes Femeninas. En Abril de 1943 se asistía a un acuerdo entre los jefes de los estudiantes alemanes, Gustav Adolf Schell y el Jefe Nacional del SEU,  en donde a las mutuas contraprestaciones sociales para estudiantes de ambos países se añadían unos acuerdos secretos sobre reparto de hegemonías e influencias en distintas áreas mundiales. Muchachos del Frente de Juventudes de la Falange alemana, siguiendo las instrucciones que diera Serrano Suñer, acudían a campamentos de verano en España, pero ocurría en ocasiones que, sin coordinar los desplazamientos, se producían situaciones embarazosas. En Julio del 43 un responsable falangista se presentaba en la frontera de Irún al frente de 67 niños y de 17 niñas procedentes de Alemania sin haber comunicado previamente su viaje.

Los últimos responsables falangistas en Alemania fueron José Luis Iriarte y José Luis de la Rosa, el primero Jefe territorial y el segundo Jefe del SEU.  El sucumbir de Alemania replegaba a los españoles allí residentes y en Junio del 45 llegaban a Bruselas trabajadores españoles procedentes de aquella nación. Once estudiantes del SEU que realizaban ampliación de estudios en Alemania huían a Suiza y entraban en un auténtico calvario para sobrevivir sin medios económicos.

A la caída de Berlín, el Ministro de España en Copenhague, Adolfo Castellanos, encargado de evacuar los archivos de la Delegación falangista en aquella capital, los trasladó a Munich. Cuatro maletas  y una máquina de escribir quedaban en el Postamt de la localidad de Bad Wiesse am Tergenne, mudo testimonio de un viaje histórico plagado de frustraciones.

Se había pujado fuerte por parte de algunos, en proyección teórica, o con sangre de por medio, y el desfallecimiento acabaría dejando su huella. Desde la admiración a la muerte ética de Sócrates como solución de la Falange, al licenciamiento honroso. Nada iba a ser lo mismo. Al final el desconsuelo, el abandono  y para muchos -en la vertiente política- la nada

  Recuerda, camarada, aquellos días que nos están/ envejeciendo,/ aquellos que han anticipado nuestra desalentada prudencia./ No llores, no maldigas, no te vuelvas airado contra/ tu corazón/… Recuerda aquellos días: morir era tan bello/ como vivir;/vida y muerte eran fuentes de glorias semejantes/…Y tu ibas con el pueblo llevando tu bandera,/ pero ninguna compañía alcanzaba a turbarte,/ porque todas las almas estaban en la tuya./…La vida es, camarada…/ Pero ahora recuerda, solamente recuerda/…Y si has de llorar vertiendo las cenizas de tu sangre/ sobre las cenizas del empeño maltrecho y remoto,/ busca la soledad y ríndete en silencio./ Clama a tu corazón de rodillas: ¡ Dios mío!  (D. Ridruejo).