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EPISTOLARIO (1925-1936). IV

 

A SANCHO DÁVILA

Madrid, 15 de agosto de 1935.

Querido Sancho:

Salgo en este momento para París, donde es indispensable ir de cuando en cuando, pero no quiero tomar el tren sin darte las gracias por tu magnífica carta. Todo lo que te diga acerca de ella resultará deslucido junto al laconismo griego de tus renglones. Ellos perfilan, una vez más, el estilo perfecto de esa milicia de Sevilla, que cada vez me considero más orgulloso y más confuso de mandar. Da a todos los que padecen contigo un abrazo muy fuerte y asegúrales que su prisión no durará un minuto más de lo que pueda yo conseguir con mi esfuerzo.

Hoy salen 500 pesetas para la cuenta corriente que me dijiste.

Recibe, con un abrazo, todo el afecto y toda la admiración de tu primo y camarada,

JOSÉ ANTONIO

P.D.: Volveré de París dentro de tres días: el tiempo justo para desempeñar la misión que allí me lleva.

 

A SANCHO DÁVILA

FALANGE ESPAÑOLA DE LAS J.O.N.S.

Madrid, 6 de septiembre de 1935.

Sancho Dávila.
Sevilla.

Querido Sancho:

Celebro muy de veras que la gestión llevada a cabo por mí cerca del ministro de la Gobernación alcanzara el resultado, verdaderamente no usual de lograr vuestra libertad y la condonación de vuestras multas. El gobernador de Sevilla se resistía aún a cumplimentar las órdenes del ministro, pero yo puse a éste un nuevo telegrama recordándole su promesa y el Poncio no tuvo más remedio que ceder.

Sé las dificultades de toda índole que ponen a prueba tu magnífico espíritu y me preocupa día y noche el riesgo que puedes correr. Con todo el afecto de primo y camarada te suplico y con toda la autoridad de jefe te ordeno de manera terminante que no descuides ni un segundo la vigilancia de tu seguridad personal Si no bastara para que atendieses a esta indicación el pensar en todas las obligaciones y afectos que te obligan a vivir, habrías de tener en cuenta la falta que haces a la Falange.

En cuanto vea un momento propicio, pues ya sabes lo que en estas cosas importa la oportunidad, gestionaré la reapertura de los Centros de Sevilla. Mientras tanto, procura ir estudiando un plan completo de propaganda, a la que, como sabes, contribuirán los fondos de esta Jefatura.

Te abraza,

JOSÉ ANTONIO

¡Arriba España!

 

CIRCULAR A LOS JEFES TERRITORIALES

Madrid, 24 de septiembre de 1935.

Querido camarada:

Es indispensable que te presentes aquí en Madrid, en nuestro Centro, el próximo día 30 a las diez de la mañana.

Debes traer todos los elementos necesarios para informar exactamente del estado de la organización en tu provincia o territorio. No olvides ninguno de los aspectos de la organización, aun los más especiales y difíciles, y trae todos los datos que a ellos se refieran.

Se trata de celebrar un cambio detallado de impresiones y de comunicarles a todos instrucciones precisas para el desarrollo inmediato de una campaña muy intensa de penetración y propaganda.

Al mismo tiempo se examinará la situación económica del Movimiento en tu provincia o territorio y se te proporcionará, en la medida posible, alguna ayuda económica.

Te saluda cordialmente.

JOSÉ ANTONIO

P.D. - Recibo tu carta. Vende tus mulas tranquilo y ven el 1 ó el 2. Pero trae todos los datos. Un abrazo.

Colección Sancho Dávila

 

A ANTÓN SÁENZ DE HEREDIA

Madrid, 25 de octubre de 1935.

Querido tío Antón:

Necesito celebrar esta noche una entrevista importante y absolutamente reservada. He pensado en tu casa como sitio a propósito, ya que, además, tiene una tradición de esta clase. Sino me dices nada en contra, estaré allí hacía las diez de la noche. Tú me harás el favor de que a las once menos cuarto esté todo dispuesto para que el interlocutor y yo podamos vernos sin que él encuentre testigos.

Si por cualquier razón no pudieras, te lo agradeceré me lo dijeses cuanto antes. De todos modos mil gracias y un fuerte abrazo de tu sobrino que sabes te quiere,

JOSÉ ANTONIO

Carta autógrafa de José Antonio a su tío Antón Sáenz de Heredia, en donde alude a su entrevista con Goded. Fue entregada por Eduardo Rojas, conde de Montarco.

 

A JULIÁN PEMARTÍN

JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
Abogado

Serrano, 86.–MADRID
Teléfono 61993

20 de noviembre de 1935.

Querido Julián:

Te envío la adjunta nota para la apelación de nuestro desahucio. El día de la vista se la entregas al juez, con el ruego de que piense acerca de los argumentos que en ella se aducen. Mil gracias por el interés que te tomas por la Falange y por la abnegación con que soportas estos fastidios.

En el próximo número de Arriba saldrá el extracto de mi conferencia a los estudiantes, publicada, con erratas infinitas, en Haz. Si se retrasa te lo mandaré directamente (1).

Hasta pronto, probablemente, te abraza,

JOSÉ ANTONIO

____________

(1) José Antonio alude a su conferencia sobre "Derecho y Política", pronunciada en la inauguración del curso del Sindicato Español Universitario. El extracto de esa disertación apareció en Arriba, número 2 1, de 28 de noviembre de 1935. El desahucio era el del último local de la Falange jerezana, en la calle de la Naranja, alquilado por Julián para instalar "un club literario". La carta viene en papel apaisado blanco.

 

A SANCHO DÁVILA

Madrid, 26 de noviembre de 1935.

Sancho Dávila.
Aduana, 7. Sevilla.

Querido Sancho:

En la forma en que me dices, te envío tres mil pesetas, de momento, para los gastos de preparación del mitin. Si con lo que logres reunir ahí puedes cubrir el resto de los gastos, me alegraré, pues ya sabes que nunca nos sobra el dinero. Si te fuera imposible, ve gastando esas tres mil pesetas y avísame cuando se te acaben. Sé que no regatearás ningún esfuerzo para gravar lo menos posible a la tesorería nacional

Te ruego me escribas cuanto antes los detalles que han de figurar en los carteles (nombre del frontón, hora y lista de oradores), para encargar aquí la tirada y mandártela en seguida.

Te abraza tu primo y camarada,

JOSÉ ANTONIO

¡Arriba España!

 

A SANCHO DÁVILA

FALANGE ESPAÑOLA DE LAS J.O.N.S.

Madrid, 28 de diciembre de 1935.

Sancho Dávila.
Sevilla.

Querido camarada:

Tu provincia es una de las dieciocho aludidas en nuestra nota del día 8. En ella, por consecuencia, se va a comenzar en seguida una intensa campaña de propaganda.

A mediados de la semana próxima llegará ahí un equipo de propagandistas provisto del material impreso y de los medios económicos suficientes. Para cuando lleguen deberás tener estudiado el itinerario para recorrer eficazmente la provincia en diez días, señalados los lugares estratégicos para la celebración de mítines (que por tener que celebrarse casi todos en día de trabajo habrán de anunciarse para las horas en que mayor pueda ser la concurrencia del pública), y solicitadas las autorizaciones gubernativas para ellos.

Conviene que, tan pronto recibas esta carta, visites al señor gobernador civil de la provincia, con objeto de recabar todas las facilidades legales para el plan de propaganda que se intente. Si le ves en actitud desconfiada u hostil, avísame en seguida.

Te saludo cordialmente,

JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA

Colección Sancho Dávila

 

AL DIRECTOR DE "EL GUADALETE"

Madrid, 6 de enero de 1936.

Señor Director de El Guadalete
Jerez de la Frontera.

Mi distinguido amigo:

Leo en el número de su periódico correspondiente al día 3 un artículo que se titula "Comentarios a un discurso". Resulta que el discurso comentado es el que pronuncié en el teatro "Eslava" el día 1 y del cual no se creyó El Guadalete en el caso de publicar ni el más parco resumen. Parece un poco extraño que se comente tan por extenso aquello acerca de lo cual no se informó. Pero como de esta actitud desconcertante no quiero deducir la presunción de que El Guadalete estima derogados para conmigo todos los usos civiles, ruego a usted –y se lo agradezco por adelantado– la publicación de esta carta.

No tiene otro objeto que rectificar dos extremos del artículo en cuestión. Son los siguientes:

Dice el articulista, refiriéndose a mi discurso, y al parecer poniéndolo en mi boca, que "no vale decir que fue elegido sin su consentimiento, arrastrado por la voluntad popular". ¡Claro que no valdría decir una sandez de ese tamaño! Pero, ¿en qué pasaje de mi conferencia se dijo nada semejante? Más de mil personas me oyeron, y las que no me oyeron saben muy bien que no entra, por cierto, en mis prácticas el soslayar ninguna responsabilidad. Por lo visto, el autor del artículo, descontento con el discurso que oyó, ha considerado oportuno completarlo con aportaciones de su propio ingenio. El que la añadidura resulte poco ingeniosa es disculpable; pero la falta de ingenio me autoriza a buscar un suplemento de mala fe.

2º. Se añade en el artículo que no he hecho nada por la provincia y que las razones para no haberlo hecho, válidas acaso ante mi conciencia, no bastan para eximirme ante los electores, a cuyas necesidades y sentimientos debí servir. Estas consideraciones estarían muy puestas en razón si yo hubiera tratado de justificar una actitud de desinterés por las cosas de esa tierra. Pero fue bien otro el objeto de mi disertación: lo que hice fue "demostrar" (con datos que y a se cuida muy bien de no sacar a luz mi espontáneo contradictor) que mi actitud en la qestión de ciertos asuntos fue exactamente lo que estimaba más acorde con el interés general de España y el interés local de Jerez. Así, sostuve y sostengo que reputo perjudicial para España y para Jerez el intento de instalar ahí una fábrica de azúcar. Porque así lo creía y porque considero que el interés de los pueblos me ordena con más autoridad que los movimientos de opinión, frecuentemente equivocados, me negué a secundar la diligencia de los partidarios de la fábrica. ¿Por qué los defensores oficiosos de éstos no se toman el trabajo de impugnar las cifras que di en la conferencia como justificación de mi actitud?

Con estas dos acotaciones tengo bastante, porque no me encuentro con tiempo ni ganas para polemizar con el autor de los Comentarios acerca del valor comparativo de mis méritos personales con los de otros brillantes políticos de la localidad. No seré yo quien trate de empañar la gloria de tales varones ni quien depare a su vocero, con quien por primera vez discuto, nuevas ocasiones de probar el generoso ardor con que los defiende.

Le saluda y se reitera suyo aftmo. seguro servidor y amigo, que estrecha su mano,

JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA

Carta reproducida en Arriba el 2 de enero de 1962 con el artículo de Felipe Ximénez de Sandoval que da noticia de la misma.

 

A SANCHO DÁVILA

FALANGE ESPAÑOLA DE LAS J.O.N.S.

Madrid, 7 de enero de 1936.

Sancho Dávila.
Aduana, 7
Sevilla

Querido Sancho:

Te mando para Padrón (1) el distintivo que le prometí cuando estuve en Sevilla. Hazme el favor de dárselo.

Te abraza,

JOSÉ ANTONIO

¡Arriba España!

____________

(1) José Antonio alude al camarada Manuel Guerrero Padrón, quien sufrió un atentado el 27 de agosto de 1935, cuando salía de un cine. Rodeado por un grupo comunista recibió a quemarropa un tiro en la boca, que le dejó gravemente herido.

 

A JULIÁN PEMARTÍN

Madrid, 11 de enero de 1936.

Querido Julián:

Mil gracias por tu artículo y por tu carta publicada en el Diario de Jerez. Veo que la charca sigue agitada; peor para los sapos.

Pronto espero volver por ahí. Entonces te daré las gracias en persona y te ganaré al ajedrez.

Miguel me ha traído la historia de Balana. Como sabía que iba a venir y que la traería, no te escribí acerca de ella.

Te abraza,

JOSÉ ANTONIO (Rubricado)

De "Hacia la historia de la Falange": Sancho Dávila y Julián Pemartín, fotocopia.

 

A I.

Madrid. 20 de enero de 1936

Querida I:

¿Tendré que decirte cómo he agradecido tu carta? Entera, pliego y sobre, no sólo la estampa que me remitías, ha venido conmigo en todas estas jornadas de propaganda. La franca y tranquila naturalidad de tus renglones me ha servido muchas veces de descanso en el ajetreo y de paz en los ratos de mal humor.

Tal vez sepas que he estado en Cáceres. He hecho, poco más o menos tu recorrido: de Avila a Cáceres, aunque mi camino haya dado grandes rodeos. ¡Avila a Cáceres! Por primera vez me he dado cuenta, al acompañarte imaginariamente en el camino, de que ese trayecto es, tal vez, el eje de España. Por ahí trashumaban los ganados cuando España era todavía ganadera, que es cuando aprendió a ser descubridora y militar.

Ahora siento haber escrito un párrafo más o menos solemne. Quizá contribuya con él a que sigas pensando que estoy en actitud de jefe, como apuntas, por coquetería, que tal vez estaba al saludarte. Digo por coquetería porque sabes muy bien qué poco había de actitud de "caudillo" en mi saludo y cuánto de hombre sencillo y normal que reanudaba con alegría mi antigua comunicación mantenida durante todo el mitin. Lo mejor que tuvo nuestro encuentro fue la falta de sorpresa; nos pareció tan natural a los dos como si nos conociéramos de siempre; por lo menos a mí. Aparte de eso, puedes creer que no me siento nunca "jefe" en el sentido de lo externo y aparatoso. Cumplo en mi puesto porque lo considero mi deber, pero me interesa muchísimo más lo que pueda haber de humano dentro de mí. Ya lo irás notando cuando nuestra amistad sea más larga; y hasta te darás cuenta de que esta amistad, en cuanto tenga de comunicación e inteligencia mutua, me servirá de mucho más alimento espiritual que las aclamaciones. Lo importante, en el fondo, es tener en la vida siete u ocho personas con quienes hablar y entenderse; lo demás –la exhibición, los aplausos– son cargas que deben llevarse sin caer en la soberbia de creerse superior a las masas (cosa que no suele ser verdad, porque en las masas hay infinitas vidas humildes llenas de valor profundo), pero tampoco en la vanidad de creerse más porque le aplauden a uno.

Perdona lo confuso y sentencioso de esta primera carta mía. Te pido, si no es mucho, que me contestes. Incluso, si es posible, evitando el medir por mi tardanza la de tu contestación.

Con todo afecto, vuelve a darte las gracias,

JOSÉ ANTONIO

Ya sabes: Serrano, 86.

De Francisco Bravo: "José Antonio, el hombre, el jefe, el camarada", págs. 126-128.

 

A JUAN IGNACIO LUCA DE TENA

ESTELLA

Serrano, 86

1 de febrero del 36.

Querido Juan Ignacio:

De tren a tren, aprovecho un minuto para contestar a tu carta.

No veas en la presentación de dos nombres nuestros por Sevilla la menor hostilidad hacia ti, ni menos las relaciones con el silencio poco amistoso guardado por ABC acerca de nuestros últimos impresionantes actos. Para que veas que ninguna de estas consideraciones políticas pesa en mis actitudes personales de amistad, anoche, apenas leída tu carta, telegrafié a Sevilla diciendo que retirasen mi candidatura y presentasen sólo la de Sancho Dávila.

Un abrazo de tu buen amigo,

Firmado: JOSÉ ANTONIO (Rubricado)

 

AL DIRECTOR DE "LA VOZ" DE MADRID

Madrid, 18 de febrero de 1936.

Señor director de La Voz.

Muy distinguido señor mío:

Ya que La Voz tiene la amabilidad de referirse anoche a unas palabras mías (1), le agradeceré me permita precisar, con unas pocas más, el matiz de lo que le dije: Al hablar del enorme retrato del señor Gil Robles en la Puerta del Sol, lo hice con un ligero tono irónico, incompatible con la extensión de deseos de incendio y ejemplaridad multitudinaria. Los que me conocen saben que soy poco inclinado a las invitaciones demasiado solemnes. Aparte de que, en este caso, el tema de la conversación (aquel triste biombo con la cara del que fue "a por los trescientos") no era para invocar la cólera del Cielo, ni siquiera la de las turbas. ¿No le parece?

Con gracias anticipadas por la publicación de estas líneas, se reitera suyo affmo. s. s., q. e. s. m.,

JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA

La Voz, 17 de febrero de 1936

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(1) El comentario que provocó la aclaración de José Antonio decía lo siguiente: "Llamado por el director general de Seguridad estuvo en el Ministerio de Gobernación el señor Primo de Rivera, quien dijo a los periodistas que sentía que hubiesen quitado tan pronto el colosal cartel con la efigie de Gil Robles. Ha debido estar fijo tres días más, para que hubiera servido de escarnio y vergüenza ante España y lo hubieran quemado las multitudes."

 

A JOSÉ ÑUDI

FALANGE ESPAÑOLA DE LAS J.O.N.S.

Madrid, 21 de febrero de 1936.

Señor don José Ñudi.
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

Mi querido amigo y camarada:

Mil gracias por el afectuoso telegrama en que me diste cuenta del brillante resultado electoral obtenido en Sanlúcar (4.800 votos).

Estoy contento por varios motivos, y uno de ellos este de haber obtenido casi diez mil votos en la provincia sin haber dado apenas un solo paso en su busca.

A ti y a todos los amigos os saluda muy cordialmente,

Firmado: JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA

¡Arriba España!

Carta de José Antonio dirigida al jefe local de Falange, don José Ñudi Ruiz de Somavia. Proporcionada por atención de doña Pilar de Argüeso, viuda de Ñudi.

 

A I.

Madrid, 18 de marzo de 1936.–Prisión celular.

Querida I: Perdóname que haya dejado pasar tantos días sin contestar dos cartas tuyas. Ya sabrás que mi habitual ajetreo se ha complicado ahora con la pequeña peripecia de esta detención. Si no fuese porque fuera de aquí está mi puesto de servicio, te aseguro que estaría encantado: pasarse de cuando en cuando una temporada en la cárcel es delicioso: no existe el teléfono, la comunicación con el mundo exterior se reduce a una hora al día, las comidas son algo más frugales, se puede hacer por la mañana gimnasia, porque nada le apremia a uno; se toma el sol en los patios, se lee y se escribe. Si lo hago ahora, aprovechando esta quietud, y no lo hice antes, espero que me sabrás perdonar. Más difícil es que yo te perdone que hayas estado en Madrid sin avisarme, cuando tú sabes muy bien (porque eso se sabe sin que se lo digan a uno) lo mucho que me hubiera alegrado de verte.

Espero estar libre para cuando vengas otra vez. Si no lo estoy, ¿te decidirás a visitarme en la cárcel? Las horas de visita son de doce y media a una y medía. Convendrá, de venir, que vengas temprano dentro de esas horas, y que alegues un vago parentesco conmigo. Será una magnífica sorpresa verte al través de la reja. Hasta me gustaría que fueras un poco más simple para que te hiciera el efecto romántico y patético que conviene esto de verme enjaulado. Pero ni te lo producirá ni tengo interés en que te lo produzca. Estoy seguro de que, una vez más, nos entenderemos en la manera sencilla de hacer cara a esta pequeña incidencia, que ni es tan grave como para hacerle a uno acreedor al martirologio ni está tan desprovista de pequeñas incomodidades como para no tener cierto valor educativo.

Espero que me alegren unos renglones tuyos. Puedes mandarlos a casa o aquí. Mientras tanto, recibe el afecto de

JOSÉ ANTONIO

De Francisco Bravo: "José Antonio, el hombre, el jefe, el camarada", págs. 128-129.

 

A ONÉSIMO REDONDO

Madrid, Cárcel Modelo, 23 de marzo de 1936.

Querido Onésimo:

Siento tu detención y te acompaño en ella mentalmente con el espíritu dispuesto por la semejanza de mi situación. Supongo, sin embargo, que en la cárcel de Valladolid estarás peor que en ésta: aquí, en realidad, los presos políticos lo pasamos bastante bien, en una vida ordenada y tranquila muy conveniente para nuestra salud.

Ayer vinieron Alzaga y Tobalina con una pregunta de tu parte que me apresuro a contestar. Creo –de acuerdo con los camaradas de la Junta Política presos aquí– que debes conservar los hilos en la mano para una posible participación en las elecciones, en pacto –cuyas bases te ruego me des a conocer– con los partidos no gubernamentales. Pero estos preparativos han de estar sujetos a la contingencia, muy probable, de una abstención total en la que estamos gestionando que nos acompañen todos los partidos ajenos al bloque de izquierdas. Creemos que hay que declarar facciosas unas elecciones preparadas en medio del terror rojo en los pueblos, de la censura de Prensa, de la obstrucción a toda propaganda y de la clausura gubernativa de innumerables centros políticos. Ya comprendes que tales objeciones tienen en nosotros un valor táctico y no sustantivo: la conducta antiliberal del Gobierno nos tendría, en principio, sin cuidado; lo importante es que las elecciones municipales van a dar por caminos lícitos e ilícitos, una inmensa mayoría a los marxistas, que quizá se alegue como justificación para un traspaso de poderes como el del otro 14 de abril. Previsto esto y dado que el triunfo marxista es casi inevitable, sólo es posible quitar por adelantado el valor de plebiscito a la elección, descalificándola por adelantado y negándose a acudir a ella.

Te aseguro que el estar en prisión no me mortifica nada personalmente, pero me inquieta por el alejamiento que, como a todos, me impone, del puesto de deber, en estas semanas en que creo que se está decidiendo la suerte de España. Gracias a Dios la Falange se mantiene en la calle honrosamente. Sólo ella, en medio del achicamiento general, ha elevado el decoro público de los españoles. Sin su decisión combatiente la ola comunista hubiera sido mucho más rápida, pues lo que le ha contenido ha sido el temor de un contragolpe en el que los nuestros podían haber tenido mucha parte.

Julio, Rafael, Raimundo, Barrado, Valdés y Salazar, reunidos en esta plácida galería de presos políticos, me dan recuerdos para ti. Recíbelos con un abrazo de tu buen amigo y camarada,

JOSÉ ANTONIO

Carta proporcionada por el camarada Narciso García Sánchez.

 

A JULIÁN PEMARTÍN Y FAMILIA

JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
Abogado

Serrano, 86.–MADRID
Teléfono 61993

Cárcel Modelo, 29 de marzo de 1936.

Queridos Nena, Julián (A.), Natalia y Julián (B.): Mil gracias por vuestra tarjeta, tan agradable de recibir en este balneario. Desde ayer, como sabréis, y encantado de la amabilidad del trato y de lo reposado y saludable del régimen de vida, he resuelto prolongar mi estancia hasta dos meses y un día ahora (1). Nada se opone, sin embargo, dada la gentileza con que diversos tribunales se obstinan en prolongar mi estancia, a que aguarde aquí los días en que Natacha y Julian B. puedan felicitarme de su puño y letra. Ello siempre será una alegría personal y política (por lo que revelará de aumento en la cultura infantil) para vuestro siempre buen amigo que os quiere,

JOSÉ ANTONIO

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(1) José Antonio acababa de ser condenado, en efecto, "a dos meses y un día de prisión" a raíz de su famoso manifiesto "Desde los sótanos de la Dirección General de Seguridad", y tenía pendientes aún otros dos procesos, uno por "ilicitud" de la Falange y otro por "injurias" a Mallol.

 

CARTA AL CAMARADA ALBERTO ORTEGA

Cárcel Modelo, 10 de abril de 1936.

Camarada Alberto Ortega.

Querido camarada:

Sé que no necesitas que se te anime; pero no quiero que en las primeras horas de hoy te falte mi abrazo y admiración por tu gallarda actitud, bien diferente de las de los inmundos cobardes que te han condenado.

Tú, que eres casi abogado, sabes los mil recursos que caben todavía contra la sentencia, y puedes estar "seguro" de que la Falange, desde el primero hasta el último, no descansará hasta volverte a hacer libre. No dudes en ello un solo minuto: los treinta años de prisión que te han impuesto durará un corto número de meses.

Te abraza paternalmente tu camarada que te admira,

JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA (rubricado)

¡ARRIBA ESPAÑA!

(En el membrete dice: "José Antonio Primo de Rivera. Abogado. Serrano, 86. Madrid. Teléfono 61993".) La carta está fechada en el mismo día que condenaron a Alberto Ortega a treinta años de prisión, con motivo del atentado a Jiménez Asúa. Ortega era jefe de una Falange de la primera centuria madrileña y afiliado al S. E. U. de Derecho. Preso en el penal de El Dueso, fue asesinado el 8 de diciembre de 1936.

 

A MANUEL VILLARROEL

Cárcel Modelo de Madrid, 11 de abril de 1936.

Señor don Manuel Villarroel.
Prisión Provincial de Cáceres.

Mi estimado camarada:

Para ti y para todos los que contigo firmaron la carta del día 28, mi cordial agradecimiento. Ahora nos toca pasar tiempos un poco duros, pero en ellos no haremos más que curtirnos para seguir la ruta hacia el triunfo, cada vez más seguro.

Os abraza vuestro camarada.

Firmado: JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA

¡Arriba España!

Obtenida por mediación del camarada Licinio de la Fuente.

 

A ONÉSIMO REDONDO

JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
Abogado

Serrano, 86.–MADRID
Teléfono 61993

Cárcel Modelo, 13 abril 1936.

Querido Onésimo:

Me parece bien que algunos seáis candidatos para compromisarios, si ello facilita vuestra libertad. En cuanto a los pactos que se concierten para ir a la elección, quedan a tu arbitrio, pues aquí no se discute, como en las de diputados, una posición permanente que mantener como partido, sino sólo la asistencia a una ocasión determinada –la elección presidencial–, en la que no ya la Falange, sino aun los partidos de derechas, tendrán que renunciar a actitud propia y no tendrán otra, seguramente, que la de apoyar al candidato republicano contra el socialista, caso de que el Frente Popular se rompa, como parece probable.

Hazme el favor de abrazar a todos los camaradas presos y decirles que cuantos estamos en la prisión de aquí hemos recibido con emoción vuestra carta y aclamamos, con vosotros, a España una, grande y libre.

Te abraza tu camarada y amigo,

JOSÉ ANTONIO

¡Arriba España!

Carta proporcionada por el camarada Narciso García Sánchez.

 

A I.

Cárcel Modelo, 22 de abril de 1936.

Querida I: Me prometiste venir a verme hacia el martes. ¿Qué formalidad es ésta? Antes de ponerte un pleito por quebrantamiento de promesa de visita, mi benevolencia se inclina a creer que tal vez te hayan puesto alguna dificultad para entrar. Si es así, haz el favor de escribírmelo aquí o a casa y yo trataré de arreglarlo.

Mientras te veo, mil gracias muy sinceras por tu pésame. Era un primo mío sencillo y valiente al que quería mucho.

Hasta pronto, espero,

JOSÉ ANTONIO

De Francisco Bravo: "José Antonio, el hombre, el jefe, el camarada", pág. 129. Madrid, 1939.

 

A JULIO MORENO DÁVILA

Modelo, 2 de mayo de 1936.

Señor Jefe provincial de Acción Popular.
Provincia de Granada.

"Panizo me ha completado su información acerca del espectáculo de barbarie que es en esa provincia el simulacro de lucha electoras No cabía más que retirarse, como han hecho ustedes..." (1).

JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA

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(1) El fragmento de la carta de José Antonio a Julio Moreno Dávila esta incluido en el libro de José María Gil-Robles: "No fue posible la paz", págs. 560-561. Madrid, 1968.


Sugerencias, correcciones y aportaciones:
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