logo_jaoc.gif (5520 bytes)busqueda.gif (2428 bytes)indices.gif (2150 bytes)principal.gif (2310 bytes)

.
  RESEÑA DEL DISCURSO PRONUNCIADO EN RIBADAVIA (ORENSE), EN EL CINE ESPAÑA, EL 4 DE SEPTIEMBRE DE 1930

Poneos alegres. Quiero olvidar mis penas, y que mis palabras os comuniquen optimismo y fortaleza.

Circula la leyenda de una Galicia débil y sentimental, y los que cultivan esa nota quieren inculcar en el pueblo el desmayo y la languidez que empieza ya a manifestarse en una tendencia contraria a la España única.

Vosotros, alejados de esa tendencia, sois la Galicia fuerte, la de los vinos también de fuertes soleras, como los caldos andaluces.

Quien la diga débil olvida que de aquí salen sus hombres para América, donde, después de luchar por medio del trabajo, vuelven con grandes capitales; y vuelven al solar de origen, donde encuentran mujeres fuertes también, que a la fortaleza de su espíritu saben unir el sentimiento delicado que se refleja en los versos incomparables de vuestra Rosalía.

Como sois jóvenes, os dirán que sois indignos de vuestro tiempo al defender la obra de la Dictadura; pero podéis contestar que lo único importante es hacer grande a España, sea como sea.

Dijo que España es una, magnífica e indestructible, y combatió las 'supersticiones que ahogaban el resurgimiento de España antes de 1923: "Los políticos que aún sujetan a España a tales supersticiones quieren aprovecharlas para levantar el pedestal de amigos y parientes."

Queremos hombres fuertes como vosotros; trabajo, decoro y pan para vuestros hijos, y también las alegrías verbeneras de la música, que no sólo a llorar hemos venido a este mundo.

"Sólo los fuertes pueden llorar como aquí se lloró en los funerales de mi padre; sin que las lágrimas parezcan concesión a la feminidad ni a la cobardía."

Galicia, de Orense, 5 de septiembre de 1930.
La Región, de Orense, 20 de noviembre de 1938.


Sugerencias, correcciones y aportaciones:
ocja@rumbos.net
busqueda.gif (2428 bytes)indices.gif (2150 bytes)principal.gif (2310 bytes)